La pasta es, sin lugar a dudas, junto con el arroz, el alimento favorito de los niños. Muchas son las personas que presumen de realizar un plato perfecto con este ingrediente, pero nada más lejos de la realidad. Cocinar la pasta, aunque parece fácil, no lo es. Tiene que quedar al dente, pues no hay nada peor que encontrarse con un plato de macarrones que estés pasados y blandos. Así no debe de quedar bajo ningún concepto.
Para buscar la esencia de la perfecta pasta de calidad hay que remontarse a su origen. Disponer de la materia prima con los más altos estándares de calidad es fundamental para poder tener un producto final. La firmeza, la resistencia y la elasticidad que debe de poseer la pasta le viene por la calidad que tiene sus proteínas. Junto con el agua, te permite tener la masa base con la que hacer la pasta a través de un equilibrio perfecto que proporciona un sabor adecuado. Si quieres saber cuáles son las claves para hacer una pasta increíble ponte manos a la obra e infórmate.
La pasta desde su origen
Una vez que la pasta se realiza, hay que secarla. Este proceso es mucho más lento y se realiza con temperaturas bajas. El secado es el que provoca el color, la firmeza en su cocción, la elasticidad y muchas de sus características.
En la cocina española no falta la pasta en sus diferentes variedades. Existen muchas teorías sobre su preparación. Estas dependen de los gustos del consumidor. Para conseguir los mejores resultados hay que seguir unos pasos claves.
Tienes que usar una olla que sea grande y los bordes deben de ser altos. Es muy importante usar los mejores útiles para que la pasta nunca quede pegada y se mueva con facilidad en su interior.
Como cocerla
Se debe de cocer con mucha agua. Primero se hierve y cuando esté lista se añade la pasta y nunca se echa con el agua fría. Por persona suele ser una cucharada de sal gorda, un litro de agua y 100 gramos de pasta.
La pasta debe de cocinarse siguiendo una serie de claves.
La pasta debe de quedar al dente. Nunca dejes el fuego sin vigilar, pues se puede pegar en cualquier momento. El tiempo estimado es de 8 a 10 minutos, aunque varía en función del corte. Mira bien las indicaciones que ponga la etiqueta. Esto es fundamental, pues cada fabricante dice una cosa.
Cuando esta esté cocida no hay que dejarla reposar ni se le puede echar agua fría. Escurre y añade un poco de agua caliente a la salsa que vayas a usar. La salsa la debes de cocinar antes de que la pasta esté cocinada, pues esta se estropearía. Luego mézclalo todo a fuego lento para que coja el sabor.
No alterar el sabor
Para no alterar el sabor de la pasta limita el uso de ingredientes. No pongas más de ocho. La mayor parte de las salsas encajan bien con cualquier tipo de corte. Las pastas cortas se aconsejan en ingredientes de verduras o carnes y las largas combinan con las elaboradas a base de pescado o sólo con tomate.
Las salsas cremosas vienen bien para los macarrones. Hay recetas que nunca caen, como el caso de los macarrones con un sofrito de cebolla y tomate.
El corte de todos los ingredientes debe de ser de menos de un centímetro para la pasta corta y un corte en juliana para la larga. El queso rallado es una buen opción para diversas salsas, como las de verduras y carnes. Para consumirla, lo más adecuado es usar el tenedor y separar cada montón. Luego se enrolla y a comer.