La alimentación saludable está a la orden del día. Cada vez más los consumidores están preocupados por comer de forma sana y equilibrada. De ahí que la oferta de fabricantes y distribuidores busque satisfacer las nuevas demandas y hábitos de consumo. Pero, ¿es más saludable un producto Bio que otro? ¿Están los consumidores bien informados de lo que comen? o ¿A qué retos nos enfrentamos? Calidad Pascual, Bonduelle, la Asociación española de distribuidores, autoservicios y supermercados (Asedas) y Foro Interalimentario desvelan estas incógnitas en un desayuno informativo organizado por MERCA2 bajo el título ‘La alimentación saludable, a debate’.
El apellido de saludable en la alimentación es un concepto más complicado de lo que parece y que, en ocasiones, genera confusión. “Es un concepto complejo. Se entiende como alimentación variada y equilibrada”, asegura Elena Garea, responsable de Nutrición y salud de Calidad Pascual. A lo que añade Víctor Yuste, director general de Foro Interalimentario que “es aquella que se ajusta al perfil de cada consumidor”. Por su parte, Jorge Alonso, director de Marketing de Bonduelle, recuerda la dieta mediterránea como ejemplo de dieta saldable.
La confusión principal es pensar que los alimentos ecológicos o Bio son más saludables que el resto, pero la respuesta de la industria es unánime: no lo son. “No hay alimentos saludables y otros que no lo son. Lo que hay son dietas saludables y otras que no”, apunta Ignacio García Magarzo, director de Asedas, quien recuerda que “los ecológicos cumplen una misión de sostenibilidad, pero no de salud”, por lo que “no conviene confundirlos porque estamos lanzando al consumidor el mensaje de que los que no son ecológicos son menos saludables”.
“No existe ninguna evidencia científica que demuestre que desde el punto de vista nutricional un alimento ecológico es mejor que otro”, afirman desde Pascual. De hecho, desde Foro Interalimentario apuntan que “no podemos estigmatizar ningún alimento, como lo que ocurre con la carne roja”.
Además, estamos ante una moda que ha venido para quedarse. De hecho, marcas como Bonduelle abogan en sus productos por modelos intermedios donde se integran los ecológicos, pero no no son los únicos.
Para Garea es “una consecuencia de la evolución del consumidor que está más sensibilizado con todos los aspectos que rodean a un alimento. El consumidor espera algo más: sostenibilidad, comercio justo o bienestar animal, como es el ejemplo de nuestra leche”.
EL GRAN PROBLEMA DEL EXCESO DE INFORMACIÓN
Y es aquí donde se genera una corriente de preocupación entre las marcas, como reconocen desde Pascual. “Este consumidor informado quiere entender las cosas y acude a sistemas de información que, en el 70% de los casos, es intenet la fuente de información. Y hay poco rigor y control de la información”. Las fake news también están a la orden del día en esta industria. “Una aseveración lanzada por redes sociales o whatsapp sin poner la situación en contexto genera un titular que hace que el consumidor adopte decisiones incorrectas, estigmatiza y se posiciona en extremos”, sentencia.
Un problema, el de la desinformación, para el que Yuste señala que “se necesitarían canales ciertos y verificados, pero hoy es complicado con las redes sociales”. Para Bonduelle es necesario poner “orden” y “transparencia” ante el exceso de información. Además, desde la compañía están estudiando la implantación del semáforo nutricional Nutri Score, algo que ya hizo Eroski en su momento.
El portavoz de Asedas cree la información nutricional es la mejor que ha habido nunca. Si bien es cierto, reconoce que “falta todavía decidir cómo va a ser el próximo paso en relación a la composición nutricional, como Nutri Score”. No obstante, “al final acabará siendo una norma comunitaria que se va gestando y probando”. Todo está por ver.
Desde Foro Interalimentario creen que “no es la solución definitiva, ni la prioritaria”, sino que “es un sistema privado que requiere adaptación a las circunstancias peculiares de España. Creo que lo mejor es mandar otros mensajes de alimentación equilibrada más que semáforos”.
A pesar del reto que supone la información la industria se siente reconfortada ya que todos los eslabones de la cadena están trabajando conjuntamente y contribuyendo al fomento de una alimentación equilibrada. “Si no fuera por las cadenas de distribución los fabricantes no tendríamos a veces acceso al consumidor”, señala Alonso.
LOS RETOS DEL SECTOR
¿Hacia dónde vamos y qué retos tenemos por delante? Desde el Foro Interalimentario destacan la formación como el principal desafío, especialmente con las nuevas generaciones.
Por su parte, desde Pascual reconocen que “la ciencia nos va a ayudar a evolucionar con nuevos retos, ingredientes e investigaciones. Lo que supone cada día un desarrollo mayor es la nutrición personalizada, nutrigenómica y nutrigenética. Saber cómo influye los alimentos en función del código genético de cada persona será un gran avance”.
Desde Asedas el reto es demográfico ya que “tenemos que trabajar sobre la hipótesis de que no vamos a crecer y que los consumidores no van a consumir cada vez más, pero si consumirán cada vez mejor”.
Por último, el portavoz de Bonduelle asume como desafío el hecho de dar acceso a la alimentación en cantidad y calidad adecuada con métodos sostenibles al crecimiento de la sociedad.
En definitiva, la personalización, la ciencia, la información transparente, la sostenibilidad y la innovación estarán detrás del futuro de la alimentación saludable.