El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado sus Perspectivas de Crecimiento Mundial. En ellas España sigue a la cabeza de las principales economías mundiales. Es la locomotora de tracción, con un crecimiento del 2,6% este año; tres décimas más de lo previsto hace tan sólo noventa días. Un alza que achaca a la demanda doméstica, que ha sorprendido -al igual que en Alemania- junto a las exportaciones japonesas.
En cuanto al crecimiento global, se va a situar en el 3,5% para 2017 -una décima más el año que viene-. Eso sí, alerta de las políticas aislacionistas, de las tensiones geopolíticas y de la desregulación financiera que está planeando Donald Trump.