La gestión pasiva de activos ha experimentado en Europa un crecimiento acumulado del 295% en comparación con el 29% experimentado por parte de la gestión activa entre 2008 y 2018, según se desprende del primer Observatorio de Gestión Pasiva en España elaborado por la firma Finizens.
Este crecimiento ha permitido que la gestión pasiva en Europa ya represente el 19% del mercado mundial, recortando distancia con el 33% de cuota de mercado que registra EE.UU. El aumento del volumen de activos por parte de la gestión pasiva en Europa ha sido diez veces superior al de la gestión activa en el periodo 2008-2018.
No obstante, el estudio de Finizens muestra el liderazgo incuestionable del mercado estadounidense, que acapara el 74,2% de los activos bajo gestión para la gestión pasiva. Las gestoras líderes a nivel mundial en el ámbito de la gestión pasiva son las estadounidenses Vanguard, con una cuota del 40% sobre el total, seguida de BlackRock, con un 21%.
El CEO de la compañía, Giorgio Semenzato, destaca que “gracias a una rentabilidad consistentemente superior a la gestión activa, la gestión pasiva indexada ha explosionado a nivel mundial y su crecimiento está siendo imparable, así lo demuestran los resultados de este primer Observatorio de Gestión Pasiva en España que acabamos de publicar desde Finizens”.
LA RENTABILIDAD DE LA GESTIÓN PASIVA
Según los datos analizados por Finizens, la rentabilidad neta ajustada por coste de los índices de mercado ha sido considerablemente superior, de media, a la rentabilidad alcanzada por los fondos de gestión activa en todos los mercados de referencia: desde un diferencial mínimo de +18,1% para la categoría de inversión de renta variable zona Euro (Eurozone Equity) hasta un diferencial máximo de rentabilidad de un +76,1% para la categoría de inversión de renta variable americana (US Equity). En este sentido, para un horizonte de inversión de 10 años, la gestión pasiva ha arrojado una rentabilidad de hasta un +76,1% por encima de la gestión activa.
En lo que se refiere a España, el estudio de Finizens ha analizado la rentabilidad real, en los últimos 20 años, alcanzada por un inversor medio español. Mediante datos reales de mercado procedentes de fuentes como Morningstar, Standard & Poor’s e Inverco, Finizens llega a demostrar que, comparando dos carteras equivalentes en riesgo, la rentabilidad acumulada de una cartera de gestión activa fue del 57,1%. Por su parte, la rentabilidad de una cartera de gestión pasiva habría alcanzado una rentabilidad del 156,7%, es decir una rentabilidad 2,7 veces superior.
Actualmente, el 57% de los activos financieros de los hogares españoles está destinado a instrumentos de inversión, lo que pone de manifiesto el gran recorrido y el considerable impacto que la gestión pasiva va a generar de aquí en adelante en el mercado español, presentándose como una estrategia considerablemente más rentable y efectiva que la gestión tradicional.
La gestión pasiva atrajo un total de 6 millones de millones de dólares de flujos netos en todo el mundo (descontando de las contribuciones las retiradas de capital) en el periodo 2008-2018. Se trata de un volumen equivalente a casi 4,5 veces el PIB de España. Además, se pone de manifiesto la elevada tasa de crecimiento global de este tipo de estrategia de inversión, cuyos volúmenes de activos han crecido a un ritmo 4,7 veces superior al de la gestión activa, elevando su cuota global de mercado del 10% al 27% en el periodo indicado.
El Head of Asset Allocation de Finizens, Kevin Koh Maier, ha señalado que “como demuestran los resultados del primer Observatorio de Gestión Pasiva 2019, su imbatible rentabilidad a largo plazo le ha llevado a alcanzar un crecimiento inigualable a nivel mundial, ya que millones de inversores de todo tipo de perfil han ido optando por abandonar la gestión activa y pasarse a la gestión pasiva para la inversión de su patrimonio”.