Este martes, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) celebra su reunión de política monetaria con más expectación que nunca. En la reunión de julio decidió bajar los tipos de interés por primera vez en más de una década presionado por el presidente estadounidense, Donald Trump y las señales de desaceleración de la economía.
Y la situación actual no ha cambiado mucho. Trump sigue metiendo presión a Jerome Powell a golpe de tuit para que la rebaja continúe. “La Reserva Federal debería reducir nuestras tasas de interés a cero, o menos”, publicaba hace unos días en su cuenta de Twitter. Y los datos económicos no son nada alentadores.
En este sentido, Álvaro Antón, director de distribución para Iberia de Aberdeen Standard Investments, califica la bajada de tipos de julio como “abrupta e inesperada” y considera que no debería hacerlo mucho más.
En su opinión “habrá bajadas sucesivas” pero se debe buscar una estabilidad a partir de 2020. Como en la anterior reunión, bajó los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta la horquilla del 2% – 2,25%, “podría llegar hasta el 1,75% – 1,5% pero a partir de ahí, habrá cierta estabilidad” afirma.
La gestora espera que la Fed reduzca las tasas en otros 75 puntos básicos este año, con un recorte de 25 puntos básicos en cada una de las tres reuniones restantes de este año. Esto significaría un recorte acumulado de 100 puntos básicos en 2019, que caracterizan como “una flexibilización de mitad de ciclo” en lugar del comienzo de un “ciclo de flexibilización completo”.
EEUU NECESITA ESTABILIDAD POLÍTICA, MONETARIA Y FISCAL
Antón explica que la renta fija “se ha sobrevendido” y la prueba de todo eso es que el índice S&P 500, por primera vez en la historia (a excepción de 2008) da una rentabilidad por dividendo superior a la del bono a 30 años.
El rendimiento del bono de Estados Unidos a 30 años “ha tocado fondo”, llegando a situarse en el 1,9%. El alemán a 10 años “está en -0,73%” y entre tanto “el 68% de todos los bonos de gobierno europeos y el 45% de los bonos corporativos están en rendimientos negativos”, detalla. Mientras que en Italia “con la que está cayendo, da un 1%”.
En su opinión, es “espectacular” como están dando rentabilidades tan bajas. Y esto le lleva a pensar que hay que invertir en bonos corporativos ‘investment grade’ porque dan más rentabilidad.
Desde la gestora señalan que Estados Unidos necesita estabilidad “política, monetaria y fiscal” porque la guerra comercial “va a escalar” y con ello, la tensión entre ambas potencias. Y por eso, los bancos centrales “van a tener que buscar medidas” para hacer más acomodaticia la política monetaria.
LA GUERRA COMERCIAL, EN CAPÍTULOS
Si la guerra comercial fuera una película veríamos como se resuelve el conflicto “por capítulos” y “habrá muchísimos en esta negociación”. El de Aberdeen SI se muestra optimista ante un acuerdo entre China y Estados Unidos porque tal y como se ha ido viendo en este tiempo “al final, la mayoría de aranceles o se reducen o se retrasan”.
Sin embargo, determina que los aranceles que ya han entrado en vigor afectan en márgenes y resultados para las empresas. Todo se traduce en «menos manufactura y no deberían acabar con el consumo» por una guerra comercial.
Estados Unidos “lucha” por ser la primera potencia económica a nivel mundial, pero es «una realidad” que China “acabará siéndolo en cuestión de tiempo”. El acuerdo se dará con una probabilidad del 99% porque Trump “no puede paralizar el mundo”.
Antón cree que Donald Trump está haciendo “publicidad electoral” y quiere dárselas “de poderoso”, pero este tira y afloja continuo puede salir caro. “Ojo, que el mundo también se mueve y Xi se ha reunido con Merkel”. En este sentido, subraya que Alemania es un gran productor y según el partido que quiera jugar Trump, China “puede buscar otros aliados”.
ABERDREEN CONFÍA EN LOS MERCADOS EMERGENTES
La inversión de la gestora pasa por los mercados emergentes, en Asia su exposición se eleva al 60% y en Latinoamérica al 20%. Mientras que el 20% restante se centra en Europa. De Asia no les gustan los países muy tecnológicos, como Corea o Filipinas.
Les llama la atención aquellos países que han salido beneficiados de la guerra comercial después de que China decidiera trasladar la producción fuera para no verse afectada por los aranceles. A su vez, les gusta los mercados emergentes por la infraestructura y la capacidad monetaria de los bancos centrales. “Tienen vías que ya están gastadas en los mercados desarrollados”.
Pero su principal atractivo es el movimiento demográfico. La población china crece en unas tasas “increíbles”. En 2019, China crecerá al 6%; India, al 5,2% y Estados Unidos, al 2,2%. “La realidad es que allí está todo por hacer”.
Es este aspecto, Antón matiza que el movimiento del campo a la ciudad “no se ha dado” y eso generará una clase media “enorme”. Según sus datos, el 50% de la población mundial va a estar en Asia en los próximos 50 años y además tienen el 60% de las reservas de divisas.
“La deuda de Estados Unidos está en manos de los chinos y el factor de negociación de los emergentes es mucho más grande que los desarrollados”, concluye.