Desde hace unos años, parece que se ha modificado el mercado de la vivienda, sobre todo en el campo del alquiler. Esto es así debido a la irrupción de nuevos actores en la ecuación. Ya no solo encontramos alquileres a largo plazo, con contratos casi interminables, sino que también encontramos el medio plazo, como en el caso de los estudiantes, o incluso el corto, como los alquileres vacacionales o turísticos.
Uno de los nuevos tipos de alquileres que se está poniendo de moda de un tiempo a esta parte es el de hacerlo a empresas. Por ello, si estás pensando en poner tu inmueble en alquiler, no dudes de que puede ser una opción que te merezca, y mucho, la pena, pues los precios suelen ser más elevados y también las posibilidades de pagarlos para los inquilinos.
Si es la primera vez que escuchas esto y no entiendes mucho sobre el tema, hablaremos de algunos pasos a tener en cuenta para poder hacerlo evitando muchos dolores de cabeza.
Precios para alquilar una vivienda en una capital
De lo primero que hay que hablar es de precios. Y es que el sector del alquiler últimamente está por las nubes y no es un secreto para nadie.
El precio del alquiler sube cada vez más y con poco control que lo regule, sobre todo en las grandes capitales. Por ello, una buena forma de dar a conocer tu vivienda y ofrecerla al mejor precio puede ser pensar en alquilarla a una empresa.
Para que te hagas una idea, la media del alquiler al mes por un alojamiento de dos habitaciones en Madrid por parte de las empresas es de unos 1.595 euros. Sube más en Barcelona, que se sitúa en los 1.825 euros. De esta forma, puedes ver que quizá puedas empezar a sacar rentabilidad de tu inmueble si a una empresa le interesa cogerlo.
Detalla el inmueble con precisión
Una de las cosas que más les gusta a los inquilinos, también cuando son empresas, es conocer la calidad de la vivienda en cuestión.
Los alojamientos más valorados son aquellos que poseen muebles nuevos, electrodomésticos de calidad (gama media e incluso alta) y estén equipados con todo lo necesario además de decorados de forma moderna y a la vanguardia.
No tener que comprar nada si no se desea expresamente. Esa es una de las premisas más importantes que se tienen en cuenta y que tú también tendrás que hacerlo si pretendes resaltar todas las virtudes de tu inmueble para que sea el ganador de la puja.
El centro, un valor añadido
El centro siempre es un valor a tener en cuenta. Pero si además se trata del centro de una gran capital, entonces ya tienes más de la mitad del trabajo hecho.
No obstante, que la vivienda esté en el centro de la ciudad es uno de los factores que más tienen en cuenta las empresas que alquilan inmuebles. Y es que si esa empresa va a ofrecer el piso a sus empleados, estos prefieren por encima de todo vivir allí gracias a las facilidades que ofrece este tipo de situación.
Farmacias cercanas, supermercados, restaurantes de calidad, transporte… Normalmente el centro es donde se encuentra el corazón de la ciudad, lo que tiene más movimiento. Por tanto, es lo que muchos consideran como mejor y lo prefieren a las afueras o a otro tipo de barrio que, aunque dentro de la urbe, se encuentre más alejado.
Hazlo de forma económica
Un buen truco, y debido al escandaloso problema que existe con el precio de los alquileres, es no abusar demasiado y no excederse con el precio de la vivienda.
No importa que sea una empresa quien vaya a firmar el contrato, estas también se fijan en lo que cuesta hacerlo. Bien es cierto que alquilar tu inmueble a una empresa es un valor seguro, o casi, pero no dudes que es mejor adaptarte al precio medio con el que cuente la zona. Además, también valora el estado en el que se encuentra tu piso, pues es uno de los factores a tener en cuenta a la hora de querer o no pagar de más.
Esto es un consejo para poder acelerar el proceso y terminar alquilando tu inmueble. Sin embargo, el que pone el precio eres tú. Debes valorar estado, situación, y muchas más cosas para poder cerrar al trato.
Calcula su tamaño
Muchos de los que van a alquilar una vivienda, aunque sea una empresa, sí se preocupan por el tamaño con el que cuente la misma.
De hecho, si un profesional de negocios va a viajar a ese inmueble que previamente ha alquilado la empresa, sí valora y mucho que tenga un tamaño decente. A partir de ciertas edades, vivir de forma ancha, cómoda y sin agobios es algo que busca la mayoría de los mortales.
Además, no solo de metros cuadrados va el asunto. También es importante hacer hincapié en la distribución con la que cuenta la casa. Una buena manera de presentar esto es a través de fotografías de la casa amueblada, con el fin de que cualquiera pueda hacerse una idea de las posibilidades que tiene el inmueble.
Zonas verdes cercanas
Las grandes capitales tienen muchas ventajas, no cabe duda. Sin embargo, algo muy valorado según los expertos es que la vivienda se encuentra situada cerca de parques o zonas verdes.
Aunque cuando eres el propietario no es común que te suelas acordar de este detalle y lo incluyas en el anuncio, los inquilinos sí lo tienen bastante en cuenta. Por ello, el truco es que si tu inmueble cuenta con este valor añadido no dudes en incluirlo como forma de presentación.
Lo puedes detallar en la descripción de la casa. Y sobresaldrá del resto debido a que las empresas y los profesionales es algo que suelen tener demasiado en cuenta a la hora de alquilar cualquier tipo de inmueble.
¿Con inmobiliaria o no?
Si vas a alquilar tu vivienda puede que entiendas mucho sobre el tema y lo quieras llevar a cabo tú mismo, o puede que no.
En ese último supuesto, siempre puedes pedir ayuda a profesionales del sector que se encargarán de ponerlo todo bonito, tanto el inmueble como la descripción, para atraer al tipo de clientes al que te diriges.
Esto es más recomendable aún si tu perfil son empresas, pues es un público muy específico del que puede que no controles toda la información.
Ventajas en los impuestos
Otra de las cosas que debes tener en cuenta si alquilas tu vivienda a una empresa, es el tema de los impuestos.
En el caso de que sea una empresa quien alquila la casa para que allí residan empleados o cualquier otro tipo de profesionales, el casero puede beneficiarse de la reducción del 60% de los rendimientos obtenidos en el IRPF.
De hecho, incluso el arrendamiento podría resultar exento de IVA. Cada caso es diferente, por ello, es conveniente informarse y asesorarse en todo momento para poder conocer y obtener todos los beneficios.
