El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que se encuentra en la segunda posición de las patologías que afectan a personas de avanzada edad. La primera de estas enfermedades es el Alzhéimer, de ahí la importancia de atender a los síntomas del Alzhéimer para poder frenarlo lo antes posible.
La enfermedad de Parkinson es de tipo degenerativa y se produce por la muerte de neuronas de la sustancia negra, que es la encargada de producir dopamina. La dopamina, a su vez, actúa en el circuito de los ganglios basales ya que su función principal está relacionada con el control de los movimientos, es decir, con las funciones motoras del organismo. Es cierto que existen algunos medicamentos que pueden ayudar a frenar de forma momentánea la enfermedad de Parkinson, pero no existe una cura total de la enfermedad, o al menos no existe por ahora.
Unos investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, han realizado un estudio que enseña la creación de estructuras similares a las neuronas dopaminérgica, que son las que mueren con la enfermedad, a través de un tratamiento de células cerebrales no neuronales con una combinación específica de moléculas. Este estudio ha salido a la luz en la revista Nature Biotechnology y parece que dará de que hablar.
La investigación para lograr la cura de la enfermedad de Parkinson lleva en movimiento muchísimos años y hasta ahora solo habían conseguido desarrollar una terapia modificadora de la enfermedad en la que las neuronas se generen en el laboratorio y luego sean trasplantadas al cerebro. Este estudio fue probado tanto en células humanas como en ratones de laboratorios que padecían de Parkinson. La cuestión es que con este nuevo estudio no será necesario hacer un trasplante de células.
Los responsables de este nuevo trabajo le han dado un enfoque diferente del que ya existía. Han probado una serie de genes que estimulan la producción de dopamina e identificaron cuatro que son capaces de reprogramar las células cerebrales llamadas astrocitos. Estas células se asemejan a las neuronas dopaminérgicas, por lo que puede que aquí esté la solución.
Se usó esta nueva teoría en ratones y para ello usaron una toxina que mató a las neuronas productoras de dopamina en esos ratones. Acto seguido usaron estos genes especificados, concretamente cuatro de ellos, a través de un sistema por el cual solo se usasen los astrocitos. Algunos de ellos fueron reprogramados con éxito, por lo que se consiguió corregir algunos de los síntomas que se muestran tras la pérdida de las neuronas.
A pesar del reciente éxito de este estudio, los investigadores insisten en seguir trabajando en ello y realizar investigaciones paralelas para llegar, por fin, a la solución a esta enfermedad de Parkinson. Aún queda mucho camino por recorrer.
El Parkinson en España
Según los últimos datos de la Sociedad Española de Neurología, entre 120.000 y 150.000 personas padecen la enfermedad de Parkinson en España, un número bastante significativo. Pero la cosa no acaba ahí, cada año se detectan unos 10.000 nuevos casos en el país y se calcula que el número de afectados se duplicará en 20 años. En 2050 tendremos el triple de personas con la enfermedad de Parkinson.
Es por ello por lo que los investigadores trabajan codo con codo para intentar frenar el avance de la enfermedad de Parkinson.