Mientras que Trump está llevando el tema de la protección de las fronteras a un límite que roza la paranoia con los drones, los monorrieles, los contenedores de transporte y los vertederos de desechos nucleares que son solo algunas de las formas en que las compañías constructoras de los Estados Unidos han interpretado la llamada de Donald Trump a una «impenetrable, física, alta, poderosa y hermosa pared», el estado español parece que no se está quedando atrás en la paranoia fronteriza. Pero antes de entrar en tema, observemos a nuestro gran modelo a seguir, Donald Trump, en lo que se refiere a la seguridad. Nosotros ya tenemos una valla doble en Ceuta y Melilla.
Se esperaba que hasta 400 contratistas presentaran sus proyectos esta semana a la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, en un concurso de belleza militarizado digno de uno de los reality shows de Trump. Y los presentaron: Torres de vigilancia, drones y un foso tóxico son solo algunos de los diseños del muro de la frontera de Trump. Lo raro es que no propusieran un foso con caimanes…
Algunas propuestas para el muro de la frontera de Trump pueden parecerse a broma, pero proporcionan una ventana fascinante para las ansiedades espeluznantes del americano medio y seguramente en el gobierno español.
Como hemos dicho, en España nos conformamos, en el caso de Ceuta y Melilla, con una doble alambrada terminadas en pinchos… Lo del foso tóxico, todavía no creo que se haya planteado ya que la UE nos daría una buena patada en el trasero. Pero no sucede lo mismo con el uso de drones para la protección fronteriza en España y en las frontera de la UE.
Representantes de once ministerios de Interior de la Unión Europea asistieron en el Rectorado de la Universidad de Málaga a un evento internacional sobre el sistema Surveiron, es decir, el método de información para el control y gestión de flota de drones desarrollado por la empresa malagueña Aeorum, una iniciativa empresarial, o ‘spin off’, promovida por miembros de la comunidad universitaria, en este caso la UMA.
A mediados del pasado mes de febrero, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, anunció que el Ministerio del Interior estaba estudiando la incorporación de drones para la vigilancia en las fronteras españolas. Nieto explicó “que la tecnología de drones es útil en muchos ámbitos de trabajo porque en el nivel de sofisticación que ya se está realizando se pueden establecer planteamientos complejos y tremendamente útiles de sistemas de vigilancia, lo que urgía”, reconoció.
Al evento en Málaga acudieron también integrantes policiales del grupo de trabajo de drones de la red europea de cuerpos policiales, ENLETS , así como el subdirector general de Sistemas de Información y Comunicación para la Seguridad de la Secretaría de EStado de Seguridad (SGSICS), Enrique Belda.
Para la UMA esta iniciativa supone un espaldarazo de la Unión Europea a las tecnologías españolas para la seguridad. Un apoyo que ya quedó reflejado en la visita que Nieto realizó a las instalaciones de Aeorum en el Parque Tecnológico de Andalucía.
Surveiron es un sistema 100% español desarrollado por esta ‘spin off’ en colaboración con varias entidades de la Secretaría de Estado de Seguridad como la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía. Además, la Comisión Europea premió y financió el proyecto a través de la Agencia Ejecutiva EASME, dentro de la temática ‘Sociedades seguras: protegiendo la seguridad y la libertad de los ciudadanos”. La representante de EASME en el evento lo calificó como un “proyecto estrella”.
Según el gerente de la compañía, Jesús García, de consumarse la petición de Interior sería «el primer caso de utilización de drones para vigilar en tiempo real un espacio fronterizo». Estados Unidos lo hace con aparatos similares, pero en diferido, desde hace años en su perímetro con México.
‘Surveiron’ coordina el envío de drones equipados con la tecnología necesaria en cada caso (cámaras térmicas, de movimiento, de visión nocturna…) para remitir la información que recopilan a un centro de control y reproducirla en tres dimensiones «para que operadores humanos los evalúen simultáneamente más fácilmente». También puede «aconsejar planes de acción con tecnología de toma de decisiones sobre las directrices operativas o legales preestablecidas».
La empresa ha implantado ya en espacios como La Moncloa o el Palacio de La Zarzuela alguna de las «soluciones tecnológicas» que lleva desarrollando durante los últimos cinco años de la mano de las Fuerzas de Seguridad, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Presidencia del Gobierno y Casa Real para, por ejemplo, combatir el uso ilegal o irresponsable de drones, en este caso con la plataforma ‘Dronecaptor’.
Sin financiación estatal, la compañía ha captado un total de 24 millones de euros de fondos europeos a través de la línea de ayudas dedicada a ‘Proteger la libertad y la seguridad de Europa y sus ciudadanos’.
Interior, que antes barajó colocar globos aerostáticos junto a la valla, valora que el control de los drones se pueda hacer desde una sala de control ubicada en Ceuta «o en la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid«, según ejemplificó Nieto.
Para García, la trascendencia del proyecto no radica en las aeronaves sino «en la información que suministrarían de forma permanente, que es lo que necesitan las Fuerzas de Seguridad para decidir sus despliegues operativos y mejorar sus capacidades».