España es un país de pymes. Las pequeñas y medianas empresas empujan el entramado económico español con la creación y desarrollo de empleo, pero curiosamente se olvidaron de impulsarse ellas mismas.
Esta es una de las principales conclusiones que se extrae en la primera jornada del ’33 Encuentro de Economía Digital y Telecomunicaciones’ organizado por Ametic que se desarrollada durante esta semana en Santander. En concreto, tanto la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño; como el subdirector general de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos del Ministerio de Industria, Jordi Llinares, han alertado sobre la lenta digitalización que existe en las pymes españolas.
Con la cifra estimada en unas tres millones de sociedades configuradas como pymes o micropymes, Llinares destacó que apenas un 50% de las mismas habrían iniciado ya los procesos necesarios de transformación digital para hacer más productivas e innovadoras sus empresas. Asimismo, subrayó que esto se acentúa a medida que la pyme tiene menor tamaño.
El subdirector de Industria, señala como un problema añadido a todo esto las repercusiones sobre el engranaje corporativo en su conjunto. Es decir, cuanta menor capacidad tienen las pymes provoca que otras empresas deban deslocalizar la producción y el tratamiento con los proveedores.
PYMES EN PELIGRO
Esta preocupación por las pymes también ha sido expuesta en público por la ministra de Economía en funciones que se ha mostrado bastante preocupada por el nivel de digitalización este tipo de empresas.
Así lo ha puesto de manifiesto en el discurso inaugural de las jornadas de Ametic, al asegurar que hay demasiadas pymes que no ven las oportunidades que ofrece la transformación digital. Para ello, asume que se debe pasar a la siguiente fase para que el tejido empresarial pueda crecer a buen ritmo, tengan las empresas el tamaño que tengan.
En este contexto, Calviño advierte que se debe dar una eficiente colaboración público-privada para que la evolución sea positiva. Del mismo modo, y en fase de precampaña, la ministra en funciones ha insistido en la necesidad de un Gobierno estable para que todas estas medidas se puedan llevar a cabo.
En la misma línea, durante una de las mesas de debate del encuentro de Ametic, el jefe del Área de Sociedad Digital e innovación de la CEOE, César Maurín, ha señalado que otro de los problemas para las pymes, junto a la propia digitalización, o precisamente por qué no se llega a ella, es la inversión inicial condicionada al propio tamaño de estas empresas.
También ha señalado dos problemas que afectan a las pymes y repercute en el resto de empresas: un marco regulatorio que no invita a la creación y desarrollo de industrias; y unos precios de la energía que no están en consonancia con los países del entorno europeo.
Todas las partes de esta ecuación provocan que las pymes sean el engranaje más débil en la cadena empresarial, y sobre todo en la velocidad para aprovechar los procesos digitales.