Estos bocados, tradición pamplonica a la que nadie se resiste, tienen sus lugares de culto en Pamplona, perfectos para que los visitantes se sumerjan en la gastronomía local más auténtica. Degustar estas delicias es una experiencia obligatoria para quienes desean conocer el verdadero sabor de la capital navarra.
1Pamplona y sus delicias gastronomicas
Para comer un buen pintxo, hay que viajar al norte. Este pequeño bocado concentra una multitud de sabores que armonizan a la perfección. Una de las ciudades más famosas por sus pinchos es Pamplona, donde hay opciones para todos los gustos: Barra en barra, mesa y mantel, tradición o vanguardia. Pero, ¿cómo elegir a qué templo del sabor peregrinar? Estos son los imprescindibles que no pueden faltar con San Fermín a la vuelta de la esquina. Descubre la auténtica experiencia gastronómica pamplonica en cada bocado.
RESTAURANTE EL MERCA’O: Que el aspecto de este restaurante no engañe a nadie. Reconocido como Bib Gourmand por la Guía Michelin, es el buque insignia de Jorge Otxoa. Este elegante pero informal y desenfadado espacio gastronómico se ha posicionado como uno de los mejores lugares de Pamplona para disfrutar del tradicional pincho. Sitio de culto para muchos y ganador de varios premios tanto por su trayectoria como por sus creaciones, tiene en su espectacular espacio un lugar perfecto para pasar una velada a mesa y mantel, pero también una barra donde dar rienda suelta a pinchos y sus excelentes vinos.
BAR IRUÑAZARRA: Gorka Aguinaga lleva el pintxo en la sangre, pues su padre, Joaquín Aguinaga, ganó la primera edición del concurso en 1998 con un montadito de patatas y solomillo al soufflé de ajo tostado, cuando aún no se les ponía nombre a estos bocados. En 2022, decidió homenajear a su familia con su pintxoo Irati, que recibe el nombre del lugar donde vivía su abuelo. Almadiero, cazador, agricultor, recolector y ganadero, su vida en el bosque inspiró este pincho del cocinero navarro.
Aún presente en su famoso menú de pintxos, con otras creaciones como la croqueta gamberra, la iruñanguilazarra, el maryxter o el setera, su base de preparación es una imitación de la tradicional tosta de txantxigorri, pero usando de relleno, en lugar de cerdo, un guiso de corzo escabechado que antaño preparaba su abuela y otros ingredientes que redondean el bocado.
RESTAURANTE LA VIEJA IRUÑA: En una de las calles más emblemáticas de Pamplona, San Nicolás, se encuentra también uno de los espacios más conocidos por los amantes del pincho. El Restaurante La Vieja Iruña está encabezado por Sergio Lerga y Germán Gómez, ambos firmes defensores de que la cocina de las abuelas es el germen definitivo de la modernidad.
Entre sus pinchos no faltan los clásicos, como el guiso de carrilleras con P.X y parmentier o su bola de pimiento y carne, pero también otros de campeonato, donde se encuentran bocados como eguzkilore, gofre gamberro o el pintxo bocalatxa, Premio Bronce de la Semana del Pincho de Navarra y Premio a la Innovación Tecnológica.
BAR ULZAMA: Vecino de La Vieja Iruña, el Bar Ulzama goza de la fama de un bar de copas que hace cuatro años apostó por dar un giro y convertirse en un lugar de comida tradicional donde los productos de caza tienen un lugar especial en la carta. Ya en 2022 su pincho «Viva San Faimin«, con base de pan mantequilloso, tostado y dorado con guiso de faisán, teja de piñones, caviar casero de moscatel rojo con toques de vino y cardamomo y una pizca de lima se hizo con el Premio Marco Real al Maridaje.
Famoso también por sus platos, sus cazuelicas, croquetas y otros platos deliciosos, el Bar Ulzama quedó finalista en la última Semana del Pincho de Navarra con el pincho «Malas lenguas», en el que Isaac y su equipo crearon una base de algarroba y sarraceno a la plancha con relleno de guiso de lengua de cerdo por encima y una mayonesa de chorizo que se acaba con un germinado que rompe todos los esquemas.
