Unión de Uniones alza la voz y señala al sector agrario como invisible en las decisiones sobre jornada laboral

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales para el año 2025 podría tener un impacto económico de 1.725 millones de euros en el sector agrario español, según datos de Cepyme. Esta medida, que se está negociando sin la participación del sector, afectaría a prácticamente la totalidad de las explotaciones agrarias y a más del 98% de los trabajadores asalariados del campo.

La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha expresado su preocupación por esta situación, argumentando que la disminución del tiempo de trabajo supondría un reto importante para la viabilidad de muchas empresas del sector, que ya enfrentan dificultades para encontrar mano de obra en momentos clave de las campañas agrícolas. Además, señalan que esta medida no solo tiene un impacto económico, sino que también podría complicar la recolección de productos perecederos, como la uva, el ajo o las fresas, que deben ser recogidos en el momento óptimo, independientemente de la climatología.

La Posición de la Unión de Uniones

A pesar de estas preocupaciones, la Unión de Uniones no se opone frontalmente a la reducción de la jornada laboral, pero considera que el mejor canal para negociarla sería a través de un convenio colectivo estatal, que en este momento se encuentra bloqueado. Según la organización, el Gobierno ha abusado de la «imposición unilateral de medidas» sin contar con la participación del sector agrario.

En este sentido, la Unión de Uniones ha solicitado una reunión con el Ministerio de Trabajo para abordar este asunto, que consideran de gran importancia para la sostenibilidad y competitividad del sector.

El Impacto Económico y Operativo de la Medida

El impacto económico de 1.725 millones de euros estimado por Cepyme supone una cifra considerable que, según la Unión de Uniones, debería ser suficiente para que el Gobierno tenga en cuenta al sector agrario a la hora de plantear esta medida. Además, la organización resalta que la reducción de la jornada laboral no solo tendría un efecto económico, sino que también podría complicar la logística de las campañas agrícolas, al ser necesario alargar los períodos de recolección de productos perecederos.

Esto podría generar problemas operativos para las empresas del sector, que ya enfrentan dificultades para encontrar la mano de obra necesaria en momentos clave de la temporada. La Unión de Uniones señala que la recogida de productos como la uva, el ajo o las fresas depende en gran medida de la climatología, por lo que cualquier medida que dificulte la organización de las campañas podría tener un impacto negativo en la productividad y competitividad del sector.

La Necesidad de un Diálogo Constructivo

En resumen, la Unión de Uniones considera que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales para 2025 podría tener consecuencias significativas para el sector agrario español, tanto a nivel económico como operativo. Por ello, la organización ha solicitado una reunión con el Ministerio de Trabajo para abordar este asunto y participar en el proceso de toma de decisiones.

La Unión de Uniones no se opone a la medida en sí, pero considera que el diálogo y la negociación a través de un convenio colectivo estatal serían la mejor vía para llegar a un acuerdo que tenga en cuenta las necesidades y particularidades del sector agrario. Un enfoque colaborativo y una comunicación fluida entre el Gobierno y los representantes del sector serán clave para encontrar una solución que equilibre los intereses de todas las partes involucradas.