El adiós a Honda dejó en McLaren un agujero de 115 millones de euros. Los 100 que aportaban los nipones y los 15 que ahora abonan a Renault para su unidad de potencia. En 2018 se confirmaron los malos augurios y la marca deportiva registró pérdidas de 111 millones de euros. La única vía posible para frenar la caída era elevar considerablemente el número de patrocinadores y dar un salto en el Mundial de Constructores. La escudería británica ha aunado ambas cosas en este 2019 donde el piloto español Carlos Sainz ha tenido gran parte del mérito.
EL NAUFRAGIO ECONÓMICO DE MCLAREN SIN HONDA
Ni en McLaren ni en Honda quisieron ser conscientes del amargo futuro que les aguardaba cuando en 2015, en su primer año de alianza, firmaron un desastre que será recordado por siempre. La relación se enfrío mes a mes con los malos resultados y se rompió definitivamente en 2017, cuando a la escudería británica se le agotó la paciencia. O más bien, cuando Zak Brown (sustituyó a Ron Dennis como jefe de filas) se dio cuenta de que el montante económico que aportaba Honda (más de 100 millones de euros) no era suficiente para hacer frente a la fuerte fuga de patrocinadores.
Las consecuencias del divorcio con Honda saltaron a la luz en el mes de abril, cuando McLaren Group Limited exhibió las cuentas del ejercicio de 2018. Pese al buen rendimiento del grupo, que elevó su volumen de negocio en casi 400 millones de euros, la división deportiva tuvo un déficit de 111 millones de euros. El equipo generó 154 millones de libras, por los 242 millones del 2017. Casi cien millones, justo lo que Honda dejó de abonar, a lo que hay que sumar el gasto de 15 millones de euros que le supone al equipo contar con el suministro de motores Renault.
McLaren tenía difícil enfrentarse a semejantes pérdidas. La mala posición en el Mundial de Constructores daba para pagar a los franceses y poco más. La ecuación pasaba por atraer a más patrocinadores hasta cubrir ese déficit causado por la fuga de Honda. Era complejo atraer a sponsors con millones bajo el brazo cuando la posibilidad de conquistar el Mundial era y es completamente remota. Pero Zak Brown ha conseguido en este 2019 atraer a multitud de marcas hasta generar casi 100 millones de euros, gracias a la posición histórica del equipo y al pequeño salto de la escudería en 2018.
Sin un solo sponsor potente que sustente al equipo, desde Woking han apostado por la variedad, aprovechando cada resquicio del monoplaza. Según un estudio de Business Sport, hasta 16 marcas se han comprometido con McLaren en este 2019. Entre sponsors y partners, la retribución ronda los 93,5 millones de euros. La petrolera brasileña Petrobras, que tanta polémica generó al firmar con los británicos, es curiosamente la que más dinero deja con algo más de diez millones de euros. Una de las que ha llegado este mismo año ‘A Better Tomorrow’ proporciona 8,5 millones de euros, los mismos que Huski Chocolate y algo menos que Dell Technologies.
ZAK BROWN Y SAINZ RESUCITAN LA ECONOMÍA DE MCLAREN
Por encima de la cuantía de muchas otras firmas se encuentra Estrella Galicia. La cervecera ha llegado a Woking por su vínculo personal con Carlos Sainz. La marca ha acompañado al piloto español desde 2012 y se ha unido su nueva aventura en McLaren. El madrileño está lejos de asumir el ‘status’ de su compatriota Fernando Alonso, pero a sus casi 25 años va camino de ser alguien importante en el gran circo. La experiencia suma y si nada cambia de forma radical, podrá contar con un asiento al menos durante el próximo lustro.
Red Bull invirtió nueve millones de euros en Sainz cuando estaba en su programa de jóvenes talentos (más que en ningún otro piloto) y ahora se arrepienten de su marcha. La escudería austriaca sigue sin hallar un compañero que tosa a Verstappen, cuando Sainz sostenía los tiempos del belga en su etapa en Toro Rosso. La fuga de Renault a McLaren ha marchitado cualquier opción de retorno a la marca de bebidas. Ahora Sainz está centrado únicamente en el progreso de McLaren (real en este 2019), donde su potencial en la pista se traduce en alegrías económicas para McLaren.
A ese dinero extra que el español ha proporcionado a los británicos a través de sponsors hay que sumarle las ganancias que dejan sus actuaciones en el asfalto. El español es séptimo en el Mundial (por detrás de los pilotos que integran las tres grandes escuderías) con más del doble de puntos del talentoso y joven Lando Norris. Su aportación le sirve a McLaren para estar en una destacada cuarta posición, lo que traducido en cifras, le puede aportar hasta cinco millones de euros más respecto a 2018.
En 2017, cuando McLaren anunció el adiós a Honda, el equipo percibió 22 millones de euros en sponsors (al margen de lo que pudieran aportar los nipones), según un estudio de Business Book GP. Y por sus resultados en la pista, tan sólo 13 millones de euros (penúltima posición). Desde entonces han incrementado en 70 millones los beneficios obtenidos de las marcas y en casi 20 millones sus ganancias deportivas. En total, un aumento de 90 ‘kilos’ que sirve para frenar el agujero económico que dejó la fuga de Honda, pese a lo ajustadas que siguen las cuentas.
