A partir del próximo 6 de julio, todos los vehículos nuevos deberán estar equipados con hasta diez sistemas de ayudas al conductor, según la nueva legislación europea que entra en vigor. Estos sistemas están llamados a evitar que se produzcan siniestros viales y reducir su gravedad.
El impacto de los sistemas de ayuda en la seguridad vial
Un informe del Parlamento Europeo estima que 25.000 muertes y 140.000 heridos graves podrían evitarse en los próximos 18 años con la implementación de estos sistemas. La seguridad vial es una prioridad en la Unión Europea, y estas medidas buscan reducir de forma significativa la siniestralidad en las carreteras.
Los sistemas obligatorios en los vehículos nuevos
Entre los sistemas de ayuda obligatorios que deben incluir los vehículos nuevos se encuentran:
- Asistente de velocidad inteligente
- Cámara trasera con detección de tráfico cruzado
- Alerta de cambio involuntario de carril
- Alcoholímetro anti arranque
- Advertencia de somnolencia y pérdida de atención
- Frenado de emergencia con protección especial a usuarios vulnerables
- Registrador de datos
- Alerta de cinturón en las plazas traseras
- Control de crucero adaptativo
- Sistema de control de presión de neumáticos
El acceso a la verificación de los sistemas
La normativa europea establece que los fabricantes deben permitir el acceso a la verificación de estos sistemas. Esto garantiza que se cumplan los requisitos de seguridad y que los conductores puedan tener la tranquilidad de que sus vehículos cuentan con las medidas necesarias para prevenir accidentes.
Guillermo Magaz, director gerente de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), destaca la necesidad de contar con una plataforma electrónica de información sobre vehículos. Esta plataforma, ya sea a nivel europeo o estatal, proporcionaría datos definidos y estandarizados para facilitar la inspección de vehículos y garantizar su seguridad en la carretera.
En resumen, la nueva normativa europea obligatoria para vehículos representa un avance significativo en términos de seguridad vial. La implementación de estos diez sistemas de ayuda al conductor contribuirá a reducir la siniestralidad en las carreteras y a proteger la vida de los usuarios de la vía. Es fundamental que tanto los fabricantes como los conductores cumplan con estas disposiciones para garantizar un entorno de conducción más seguro y protegido para todos.