En un momento en que la sostenibilidad ambiental y la eficiencia fiscal son temas prioritarios en la agenda política y económica, el Consejo General de Economistas de España (CGE) ha presentado un estudio exhaustivo sobre la fiscalidad ambiental en el país. El análisis realizado por expertos de la organización revela la necesidad de una reforma integral del sistema impositivo aplicado al sector del transporte, con el objetivo de simplificar el modelo actual y alinearlo mejor con los objetivos de protección del medioambiente.
Uno de los principales hallazgos del estudio es la propuesta de establecer un único impuesto estatal que grave la circulación y propiedad de vehículos, en lugar del actual modelo fragmentado con diferentes tributos locales y autonómicos. Los economistas argumentan que, si el propósito principal de estos impuestos es de carácter medioambiental, relacionado con las emisiones de carbono, sería más eficiente y coherente que el Estado fuera el encargado de recaudar estos fondos y destinarlos a políticas ambientales.
Hacia un Sistema Impositivo Simplificado y Ecológico
En la actualidad, el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica en España es recaudado por los municipios, aunque su normativa está regulada a nivel estatal. El monto a pagar depende de las características técnicas del vehículo y de coeficientes establecidos localmente. Según el estudio, únicamente siete países de la Unión Europea, incluido España, no tienen en cuenta el factor ambiental en la configuración de este impuesto.
Además de este tributo, existen otras figuras fiscales relacionadas con el transporte, como el impuesto sobre la adquisición de vehículos, que en 21 de los 27 países de la UE grava la compra de automóviles. En 18 de estos estados, este impuesto está diseñado teniendo en cuenta las características técnicas del vehículo y su impacto ambiental.
Hacia una Mayor Recaudación y Subvenciones Verdes
Por otro lado, el estudio del CGE señala que España se encuentra a la cola de los países europeos en cuanto a la recaudación tributaria del sector del transporte. Según datos de Eurostat, el país recaudó poco más de 3.300 millones de euros con estos impuestos, muy por debajo de otros territorios como Italia (12.400 millones), Alemania (10.000 millones) o Francia (7.800 millones).
En este contexto, los economistas proponen establecer un sistema adicional de subvenciones directas para favorecer la adquisición de vehículos que no generen emisiones, como sucede con el actual plan Moves 3. De esta manera, se buscaría incentivar la transición hacia una movilidad más sostenible.
El análisis del Consejo General de Economistas ofrece una hoja de ruta clara para que España pueda modernizar su sistema impositivo en el sector del transporte, simplificando el modelo actual, alineándolo mejor con los objetivos ambientales y aumentando la recaudación para financiar políticas verdes. Esta reforma integral podría sentar las bases para una movilidad más sostenible y eficiente en el país.