Este jueves, Holaluz anunció a bombo y platillo que su negocio de energía solar alcanzará el break even a finales de este año, lo que significa que los ingresos y los costos serán equivalentes. Esta proclama sucede a la de la semana pasada, cuando la comercializadora catalana hizo público que había ahorrado 30 millones de euros en costes, pero el hecho es que la liquidez que necesita para esquivar el concurso sigue sin ‘caer’.
Holaluz afirma que llegará a este «umbral de rentabilidad» gracias a sus baterías domésticas, que se han convertido en un «vector» de ganancias para la empresa. En un comunicado enviado al BME Growth, índice bursátil en el que cotiza, afirma que ha sido capaz de duplicar la penetración de sus sistemas domésticos de almacenamiento, desde el 15% en el primer trimestre de este año al 30% en mayo, al garantizar a aquellos clientes que incorporen una batería en sus instalaciones fotovoltaicas no pagar factura eléctrica durante cinco años.
La compañía señala que en la mejora de sus previsiones también ha jugado un papel fundamental «las medidas de transformación implementadas», las cuales han conducido a Holaluz a «la senda de eficiencia operativa».
REMIENDOS Y RECORTES PARA EVITAR EL DESASTRE
La firma de renovables liderada -de momento- por Carlota Pi redujo su estructura de costes en 30 millones de euros a lo largo de 2023, lo que le permitió obtener un Ebitda normalizado positivo de 3,1 millones de euros entre enero y marzo de este año, frente al resultado negativo de 14,9 millones del mismo periodo del pasado ejercicio.
La Bolsa reaccionó bien a los nuevos números exhibidos, que además coincidieron con otra buena noticia: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) archivó el expediente abierto contra Holaluz por el impago de los peajes de la luz. Esta decisión dejaba a la directiva las manos libresd para centrarse en la mayor de sus tribulaciones: buscar bajo las piedras para encontrar los fondos que salven a la ‘revolución de los tejados’ de acabar en el hoyo del concurso de acreedores.
Para ello tiene varios frentes abiertos que, pese a dar algún fruto, aún están lejos de garantizar su supervivencia. A principios de este mes, un par de días después de haber participado en un importante evento inversor en Londres, la compañía anunció la captación de 4,1 millones de euros de los 21 ‘kilos’ que necesita para esquivar el concurso de acreedores. El método para conseguirlo fue la monetización de la deuda de sus clientes.
LA COMERCIALIZADORA LIDERADA POR CARLOTA PI AFIRMA QUE HA CONSEGUIDO OCHO MILLONES DE EUROS DE LOS 21 ‘KILOS’ QUE NECESITA PARA SALIR A FLOTE Y ESQUIVAR EL CONCURSO DE ACREEDORES
En concreto, Holaluz enajenó 800 préstamos otorgados en 2021 a clientes para que pudieran financiar la instalación de placas solares en tejados por 4,1 millones de euros, «en el marco de su gestión de activos dinámica encaminada a optimizar su posición financiera». El comunicado de la energética aclara que la operación, por la que se desprende de «un activo no estratégico», no afectará al negocio diario de su división solar.
Esta cantidad se suma a otros cuatro millones de euros «que ya han sido desembolsados en una operación comunicada al mercado el pasado 7 de mayo». Así, del total de 21 ‘kilos’ que necesita, ha conseguido ocho, por lo que aún tiene que encontrar 13 ‘kilos’ para salir a flote.
La comercializadora sigue negociando con varios actores públicos y privados, como el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), en aras de aliviar su delicada situación financiera, aquejada de pérdidas millonarias.
HOLALUZ O LA HISTORIA DE UNA CAÍDA EN BARRENA
Holaluz es una de las empresas que peor han encajado la coyuntura de tipos altos y financiación difícil que ha afectado al sector renovable en los últimos dos años. Los resultados 2023 de la comercializadora catalana reflejaban una catástrofe contable devastadora, con unas pérdidas de más de 26 millones de euros que multiplican por cinco los ya preocupantes ‘números rojos’ del ejercicio precedente. Esta cifra palidece, no obstante, ante la deuda neta, que roza los 60 millones de euros.
Ernst & Young (EY), el auditor de las cuentas de la fotovoltaica, manifestó «dudas significativas» sobre la viabilidad de la compañía, apuntando que, de no materializarse las ‘palancas’ de financiación necesarias, los administradores de la sociedad dominante «han aprobado presentar un preconcurso de acreedores«.
Dos de los accionistas mayoritarios de Holaluz, los fondos Axon y Geroa Pensoak , han pedido la cabeza de Carlota Pi, LA FUNDADORA DE LA COMPAÑÍA
El estrepitoso desplome financiero de Holaluz ha desatado un turbio enfrentamiento en el seno de la empresa. Dos de los accionistas mayoritarios de Holaluz, los fondos Axon y Geroa Pensoak , que acumulan un 22% del accionariado, han pedido la cabeza de Carlota Pi.
Las desavenencias entre el frente formado por Axon y Geroa y la cúpula de la compañía, constituida por Oriol Vila, Ferran Nogues y la propia Pi, los tres consejeros delegados, no han hecho sino recrudecerse en los últimos tiempos, especialmente después de que el trío de emprendedores, en contra del criterio de los fondos, optaran por recurrir al socorro económico de la Generalitat de Cataluña.