Sermade celebra diez años con un equipo que está siempre preparado, enfrentando los desafíos y necesidades de los pacientes más necesitados y brindando un servicio que va más allá de lo técnico
A Elena Aragonés, doctora de Sermade, clínica odontológica especializada en la salud bucodental en personas mayores y dependientes, ser testigo de todas las dificultades a las que cada día deben enfrentarse muchos de sus pacientes, no le empuja a otra cosa que a darles las gracias. «Somos una sociedad que vive a diario dormida en una rutina que arrasa, que hace correr perdidos por la ciudad, pero con ellos todo se para. Cada abrazo de Pilar, la alegría de Antonio, las canciones flamencas de Agus o los conciertos de Carmen, la inocencia de Caridad, las infinitas historias de Celedonio, los caramelos de Don José, las buenas conversaciones con Ángel y Mercedes o la mirada en silencio de mi otra Carmen y tantos más, que hacen que se aprenda a vivir despierta y que esta profesión tenga sentido» explica la doctora Aragonés.
La necesidad de cuidados es una realidad, especialmente en el ámbito de la salud bucodental para personas mayores y dependientes. A pesar de los avances en la medicina y la odontología, el acceso a cuidados dentales adecuados para estas poblaciones sigue siendo limitado. La situación se complica aún más cuando se considera la creciente población de personas mayores, muchas de las cuales requieren atención especializada debido a problemas de movilidad, enfermedades crónicas u otras condiciones que complican el acceso a los servicios de salud bucodental.
El equipo que hay detrás de Sermade, que el pasado 29 de abril cumplió diez años desde su creación en 2014, son conscientes de estas barreras, pero siempre desde el punto de vista humano y profesional, trabajando durante los últimos diez años para abordar estos desafíos y garantizar que cada individuo reciba el cuidado bucodental que merece.
Por este motivo, la doctora de Sermade, Laura Dmytrejchuk, coincide con su equipo en que, lo que más le gusta de trabajar en un proyecto como Sermade, es poder brindar salud bucal a personas mayores, con movilidad reducida o que tengan alguna discapacidad, ya que en su mayoría este tipo de personas no reciben una adecuada atención odontológica por sus respectivas condiciones y el hecho de contribuir a que sea posible hacerlo, le hace muy feliz.
Shania Snelling, doctora de Sermade, señala que siempre ha tenido una conexión muy especial y una relación muy cercana con sus abuelos, por lo que aprecia mucho el cariño y respeto que se merecen las personas mayores.
«Al final, de cada paciente aprendes cosas y cada uno tiene su historia. Hay que valorar mucho la vida y sentir la felicidad por tener salud» añade Georgiana Varna, auxiliar de Sermade.
Gracias a las clínicas dentales móviles que dispone Sermade, diseñadas como una clínica dental convencional y acercando la atención odontológica a personas que, de otra manera, tendrían dificultades para acceder a los servicios tradicionales, Francisco Martínez, auxiliar de Sermade, fue testigo de una escena muy emotiva con un residente con Alzheimer. El señor estaba dando paseos en una de las residencias, cuando, de repente, llega su mujer y su hija, a las que no recordaba y decía que no le visitaran, pero, al percatarse de su presencia, el señor corre hacia su mujer, la abraza, la besa, la mima y no la suelta, mientras la hija miraba al lado llorando.
«La principal diferencia es que hay que estar activo en cada minuto. Los pacientes se sienten más seguros, cómodos y con confianza. A veces parecemos los ángeles azules» recalca el Doctor Alessandro Catucci.
La comunicación efectiva es otro pilar fundamental de la filosofía de Sermade, «la coordinación, entre familiares y paciente y el agradecimiento que se recibe, es reconfortante», comenta Gabriela Auciello, del departamento de administración y atención al paciente.
La historia de Sermade es un testimonio del impacto positivo que puede tener un enfoque comprometido y compasivo en la salud bucodental de las personas mayores y dependientes. A lo largo de estos diez años, la clínica ha demostrado que es posible superar estos desafíos que impiden el acceso a la atención dental adecuada.
«Formar parte de un proyecto innovador es lo que más gusta y, lo más bonito, es ver como compañeros hacen una labor social ayudando a personas mayores y a otras más desfavorecidas» concluye Mónica Millán, contable de Sermade.
Fuente Comunicae