El proyecto se llama ‘O Boi’ y sus molinos se alzarán frente a la costa coruñesa, pero sus promotores tienen tanto de gallegos como una pizza de pulpo. Invenergy desembarcó el mes pasado en España sin la fanfarria que se le supone a una empresa de su tamaño, pero con los planos de un parque eólico marino que llenará, al menos en parte, el vacío que Shell y Orsted dejaron en el sector.
Según los registros de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), consultados por MERCA2, Invenergy es un desarrollador y operador global de capital privado que ocupa una posición de liderazgo en soluciones de energía sostenible. Ha desarrollado con éxito 187 proyectos en cuatro continentes por un total de más de 29.000 megavatios (MW). En concreto, en el sector eólico acumula 109 proyectos con una potencia conjunta total de 17.276 MW, aunque también tiene presencia en los segmentos de energía solar, redes de transmisión, gas natural, hidrógeno renovable, agua y almacenamiento.
Su oficina central está ubicada en Chicago (Illinois, Estados Unidos) y tiene enclaves de desarrollo regional en América del Norte, América Latina, Asia y Europa. La compañía ha abierto una sede en Madrid y ya ha ‘devorado’ a una empresa gallega del ramo: HUSO, especializada en el desarrollo, gestión y mantenimiento de instalaciones eólicas. Tras adquirir esta firma en 2022, Invenergy ya cuenta con 250 empleados en la comunidad gallega.
EL MEGAPROYECTO DE INVENERGY: ‘O BOI’
El dossier que Invenergy puso a finales de mayo sobre la mesa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) contiene unas cifras de vértigo: la multinacional solicitaba autorización para el despliegue de 552 MW de aerogeneradores flotantes marinos, lo suficiente para, según sus estimaciones, cubrir el 15% del suministro eléctrico de toda Galicia.
La eólica marina flotante, predominante en España debido a la profundidad de las aguas, consiste en la instalación de turbinas sobre plataformas oscilantes en lugar de sujetas al lecho marino, al contrario que en la eólica marina tradicional. A las ventajas de ésta sobre la eólica terrestre, como la muy superior potencia del viento en el mar, añade otras como el menor impacto ecológico, al no requerir de un soporte fijo para los aerogeneradores.
LA FABRICACIÓN Y EL ENSAMBLAJE DE LOS AEROGENERADORES DE ‘O BOI’ SE REALIZARÁ en gran parte de forma local o nacional, SEGÚN INVENERGY
El macroparque llevará el nombre ‘O Boi’ y se ubicará a entre 50 y 60 kilómetros de la costa de A Coruña, en Nor-2, un área de 1.800 kilómetros cuadrados (km2) identificada por el Estado como un espacio de elevado potencial para la energía eólica.
Invenergy presentó ante el MITECO un Documento Inicial de Proyecto (DIP) de más de 200 páginas, al que ha tenido acceso MERCA2, que describe las características del futuro parque: 206,4 km2 de extensión máxima ocupada por 24 turbinas eólicas de 23 MW de potencia cada una, cuya fabricación y ensamblaje se realizará «en gran parte de forma local o nacional, aprovechando la vasta experiencia de los astilleros españoles existentes».
El documento muestra también diversos análisis del impacto medioambiental, sísmico y paisajístico del proyecto, concluyendo, a falta de realizar los correspondientes estudios de campo en fase de Estudio de Impacto Ambiental, «que para el conjunto de este proyecto el impacto medioambiental previsto resultará compatible».
EL ADIÓS DE SHELL Y ORSTED
Invenergy ha abierto la ventana de O Boi después de que las puertas de Shell y Orsted se cerraran en las narices de la eólica offshore española. A mediados de mayo, se supo que la primera había tomado la decisión de abandonar sus proyectos de aerogeneración en nuestro país, un paso que ya dio la noruega Orsted hace unos meses y que añadía aún más incertidumbre a este área de las renovables.
La ‘espantada’ de Shell dejó compuesta y sin socio a Capital Energy, compañía con la que habían firmado una alianza comercial para el desarrollo conjunto de proyectos en aguas de soberanía española y portuguesa.
Orsted, por su parte, ha pasado por estrecheces financieras que le han obligado a retirarse de varios importantes mercados internacionales de eólica marina, entre ellos Noruega, Portugal y España.
EL DESARROLLO DE LA EÓLICA MARINA EN ESPAÑA HA SIDO ENTORPECIDO POR LA LENTITUD REGULATORIA Y ADMINISTRATIVA: TODAVÍA NO SE HAN CELEBRADO LAS SUBASTAS PÚBLICAS QUE DEBEN DAR LUZ VERDE A LOS PROYECTOS DEL SECTOR
El desarrollo de esta variante eólica en aguas nacionales se ha visto entorpecido por el lento ritmo regulatorio y administrativo. La industria tuvo que esperar años para que el Ministerio de Transición Ecológica finiquitara el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) que determina en qué zonas del litoral se pueden instalar turbinas; mientras que aún no han sido aprobadas las subastas públicas que deben dar luz verde a los proyectos empresariales en este sector.
Además, la tremenda relevancia de la industria pesquera en España hace inevitables los conflictos, puesto que, por muchas precauciones que se tomen, los aerogeneradores son un elemento de disrupción en el ecosistema.
El Gobierno español prevé aprobar «antes de verano» un nuevo real decreto que regulará la producción de energía eléctrica en instalaciones ubicadas en el mar. Este marco normativo servirá como herramienta fundamental para celebrar las subastas de eólica marina, un paso crucial para el desarrollo de este sector.