Tras días de protestas y conflictividad, finalmente hay un convenio entre uno de los sindicatos y la patronal que controla en Madrid las licencias de Uber, Cabify y Bolt, pero no todo está resuelto. Y es que si bien el Sindicato Libre de Transporte (SLT) ha firmado el nuevo convenio con Unauto y Aseval, y el mismo incluye un aumento en el sueldo mínimo de poco menos de 16.000 euros hasta los 17.100, para los trabajadores con más de 6 meses de contrato, no todo el mundo está feliz con este acuerdo y desde Comisiones Obreras (CC. OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT) no han tardado demasiado en demostrar su molestia.
Desde esperar por los representantes de la patronal y de SLT en las oficinas de Unauto, pasando por mantener las convocatorias a protestas y huelgas e incluso arrojando huevos y pitar a los representantes del sindicato que ha firmado. Así han hecho evidente que están molestos. El caso de CCOO es especialmente duro, pues ya que ha llegado a calificar a los miembros del sindicato firmante de «vendidos» y de defender a la patronal. Es una realidad compleja en un sector que por sus características está lejos de ser homogéneo, lo que explica la molestia entre los tres sindicatos.
En cualquier caso, es cierto que desde SLT se tomó la decisión de apartarse de la línea roja que se marcó como el sueldo mínimo para los conductores de Uber, Cabify y Bolt: los 18.000 euros que habían pedido las tres organizaciones de representantes. Desde el sindicato firmante se ha expresado a Merca2 que lo consideran un acuerdo positivo, sobre todo, al comparar este nuevo acuerdo madrileño con los de otras comunidades autónomas.
«Ellos en donde son mayoría han firmado convenios por 15.876 euros o incluso por debajo, como es en Barcelona, en Andalucía o en Valencia», explican desde SLT sobre la molestia de los sindicatos CC. OO. y UGT. Fuentes de los otros sindicatos recuerdan que estos convenios eran en muchas ocasiones el primer convenio colectivo de estas comunidades, un marco donde se dio prioridad a otros aspectos como la estructura de los contratos, los horarios y otra serie de condiciones mínimas, asumiendo lo económico como clave en un segundo convenio, un convenio como el que ahora se negocia en Madrid.
Además, estos defienden que estas decisiones han ido castigando a SLT en elecciones sindicales. Pero aun si este es el caso, en la práctica SLT sigue siendo el representante mayoritario en Madrid, con 180 delegados del total de 250 delegados sindicales, por lo que, de momento, tiene la fuerza para impulsar este tipo de decisiones.
CC.OO. Y UGT MANTIENEN EL CALENDARIO DE PROTESTAS DE CONDUCTORES DE UBER, CABIFY Y BOLT
Para los otros dos sindicatos, esta decisión la ven como un motivo más para mantener su calendario de protestas. Estuvieron en las oficinas de Moove Cars, Vecctor y siguen sus planes de presentarse en las puertas de Auro, Uber y Cabify antes de la llamada a huelga el 21, 28 y 29 de junio y los días 4,5,6 y 7 de julio, coincidiendo los tres primeros días con el festival Río Babel, uno de los más grandes de Madrid.
Estas protestas son también un momento en el que se verá el poder de convocatoria de los sindicatos involucrados entre los conductores de las plataformas de la nueva movilidad. Si pueden mostrar músculo, pueden afectar de forma permanente el equilibrio de poder en el sector, pero de lo contrario pueden hacer daño al proceso que tienen tiempo avanzando dentro de estas empresas y que ha permitido que haya una mayor representación de otros sindicatos en las organizaciones más allá del SLT.
SLT DEFIENDE SU ACUERDO Y ATACA A LOS OTROS SINDICATOS
SLT, por su parte, no ha guardado palabras a la hora de hablar de la estrategia de los otros sindicatos. Según su comunicado y como lo expresan algunos de sus miembros, el objetivo de los otros dos sindicatos es «joder» el sector. Además, defienden que el nuevo acuerdo permite que se trabajen solo las 8 horas que se aplican en cualquier trabajo «normal», un punto para ellos tan importante como el sueldo, y que aseguran pronto se exigirá en otras comunidades autónomas donde operan estas plataformas.
La duda es cómo manejan esta decisión tanto la patronal como las plataformas. Es posible que los demás sindicatos debían conformarse con negociar mejores convenios internos en las empresas donde son mayoría y seguir buscando aumentar su representatividad en las grandes ciudades, como lo han hecho hasta ahora. No obstante, dada su disposición a discutir públicamente, e incluso arrojar huevos y otros objetos al sindicato que ha firmado el acuerdo, se puede pensar que que en la próxima negociación vayan por separado.
