Analista tras analista, informe tras informe, todos caen en el seductor hechizo de Acciona Energía. Como una belleza madura, su sonrisa eclipsa las arrugas, los kilos de más e incluso la autocensura en el Ebitda: ahora ha sido Bankinter quien ha subido el precio objetivo (PO) de la energética, confiando en que la normalización de los precios, las desinversiones y un entorno económico más favorable le devuelvan el glamour.
Concretamente, el banco le ha colocado un PO de 23,10 euros por acción desde los 21,50 que le asignaba anteriormente, que ya superaban los aproximadamente 21 euros por título en que oscila actualmente en el mercado real. Se mantiene la recomendación ‘comprar’ para el valor.
Tres son los motores citados por Bankinter para la revalorización de Acciona Energía: primero, la recuperación en los precios de la electricidad, «que probablemente se mantendrá en la segunda mitad de año a la vista de la buena evolución de los precios forward»; segundo, la venta de activos acometida por la compañía, «que podría aflorar el valor de su cartera de renovables»; y tercero, un contexto más favorable de tipos de interés, «que beneficia a las compañías con fuertes planes de inversión y alto endeudamiento, como Acciona Energía.
LA BAJADA DE TIPOS DE INTERÉS, UN REGALO DEL CIELO
Y es que, después de un durísimo y prolongado invierno financiero, el Banco Central Europeo (BCE) por fin ha descongelado la ilusión en el sector de las energías ‘verdes’ con un nutritivo descenso de los tipos de interés. La medida cambia por completo el panorama de un sector azotado por las hasta ahora prohibitivas condiciones de financiación, que junto con el desplome de los precios energéticos han llevado por un sendero de brasas a las empresas del ramo.
No obstante, la fe de Bankinter en el desempeño de la filial de Acciona no es incondicional, y todavía ve posibles baches en su restablecimiento. Por el lado menos positivo, no podemos descartar que el grupo ralentice aún más su plan de expansión o que pueda recortar el dividendo en el futuro con el objetivo de mantener la deuda bajo control y retener el rating de grado de inversión, estima la financiera en su análisis.
«Creemos que las participaciones de Acciona Energía siguen infravaloradas y reiteramos nuestra recomendación de comprar y un precio objetivo de 26,5 euros para los títulos»
Berenberg
El jueves 23 de mayo, Acciona Energía, ya cerrado el mercado, una rebaja en su previsión del Resultado Bruto de Explotación (Ebitda). Al día siguiente, la compañía se despeñó a lo más profundo del Ibex, con caídas que llegaron a superar por momentosel 7%.
La empresa no tardó en salir del atolladero bursátil gracias al respaldo de los analistas. Entre ellos se encuentra Berenberg, que, una semana después del desplome, zanjó sin contemplaciones cualquier duda sobre el futuro de la firma: «Creemos que las participaciones de Acciona Energía siguen infravaloradas y reiteramos nuestra recomendación de comprar y un precio objetivo de 26,5 euros para los títulos».
ACCIONA ENERGÍA QUIERE CRECER DE FORMA SOSTENIBLE
La junta general de accionistas de Acciona Energía ha aprobado un dividendo de 0,48 euros por acción, que se pagará el próximo 20 de junio, con lo que la compañía distribuirá más de 158 millones de euros entre sus accionistas. Este movimiento forma parte de la estrategia de la empresa para sostener su crecimiento a largo plazo y fortalecer su posición en el mercado.
Según Rafael Mateo, consejero delegado de Acciona Energía, «el potencial y el valor fundamental de la compañía sigue intacto. Nuestros activos operativos son irreplicables, y serán vitales para satisfacer la ingente demanda de electricidad asociada a la neutralidad en carbono y a la revolución digital».
La compañía presentó como «extraordinario» el crecimiento registrado en 2023, año en el que instaló 1,7 Gigavatios (GW) de nueva potencia, cifra que triplica el crecimiento medio de los últimos años. Además, Acciona Energía amplió sus inversiones en India y Canadá, puso en marcha el primer parque eólico en Perú, inició la construcción de una planta de biomasa en Logrosán (Cáceres) y finalizó la primera hibridación en España.