Las tiroides, unas pequeñas glándulas en forma de mariposa ubicada en el cuello, desempeñan un papel crucial en nuestro bienestar. A través de la secreción de hormonas, regula procesos vitales como el metabolismo, la temperatura corporal y el ritmo cardíaco. Sin embargo, cuando las tiroides comienzan a fallar, pueden surgir síntomas que revelan una afectación que debe abordarse de manera inmediata.
Contar con unas tiroides sanas, es esencial para gozar de bienestar general. Además de regular el metabolismo y el ritmo cardíaco, esta glándula influye en el crecimiento, la asimilación de nutrientes y la fortaleza muscular. Mantener un equilibrio hormonal adecuado es clave para una vida saludable. A continuación, te diré los cinco síntomas más comunes de problemas de tiroides y cómo contrarrestar los efectos con un hábito infalible.
LOS CINCO SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE PROBLEMAS DE TIROIDES
Cuando las tiroides comienzan a fallar comienzan a presentarse en el cuerpo cinco síntomas más comunes como lo es la sensación constante de frío. Si te encuentras siempre tiritando o necesitas abrigarte más que los demás, podría ser un signo de hipotiroidismo, una deficiencia de hormonas tiroideas. El agotamiento inexplicable, incluso después de una buena noche de sueño, podría estar relacionado con un mal funcionamiento de la tiroides.
Además, la piel seca, áspera o con descamación puede ser un indicador de desequilibrios, si notas que tu cabello se vuelve frágil, se cae con facilidad o pierde brillo, presta atención a tus tiroides. En el caso de las mujeres, las alteraciones repentinas en el ciclo menstrual pueden estar vinculadas a problemas tiroideos.
HÁBITO INFALIBLE PARA CONTRARRESTAR EL PROBLEMA
Mantener una tiroides saludable es fundamental para nuestro bienestar general. Además de acudir al médico en caso de síntomas, la alimentación y el ejercicio son hábitos infalibles que desempeñan un papel crucial en el funcionamiento óptimo de esta glándula. Incluir el Yodo y Selenio en tu alimentación es necesario, ya que estos minerales son esenciales para la producción de hormonas tiroideas. Incluye alimentos como pescados, huevos, nueces y mariscos en tu dieta.
Consumir frutas, verduras y alimentos ricos en vitamina A y antioxidantes ayuda a proteger la tiroides y mantener su función adecuada. Por su parte, la fibra promueve la saciedad y evita el aumento de peso, opta por pan integral, arroz integral y otros cereales integrales. El ejercicio regular estimula el metabolismo y ayuda a mantener un peso saludable. Caminar, nadar o practicar yoga son excelentes opciones.
Aunque los exámenes de sangre pueden descartar el hipotiroidismo, es importante considerar otras enfermedades que también pueden generar síntomas similares, como la depresión. En conclusión, prestar atención a los signos y buscar un diagnóstico diferencial con un médico nos permitirá encontrar soluciones efectivas para mantener nuestras tiroides en óptimo funcionamiento.
