¿Alguien duda de que es mucho mejor aprender jugando? De hecho, la mayoría de las personas, cuando somos pequeños, crecemos de esta forma. Estos son los cimientos del concepto de gamificación, del que hablaremos en este artículo.
Seguro que recuerdas tu primer coche de juguete, o tu primera muñeca. Cómo jugabas con ellos y todo lo que aprendiste del mundo real relacionándolos con el mismo. Conforme fuiste creciendo, los juegos seguían formando parte de tu vida. Pero no siempre igual. Al igual que nuestra vida, fueron evolucionando.
En la etapa laboral, muchas veces pensamos que debemos dejar atrás los juegos, relacionándolos con aspectos infantiles. Pero nada más lejos de la realidad. Descubre por qué es una buena idea implementar la gamificación en una empresa y ejemplos para llevarla a cabo.
La gamificación a fondo
La gamificación es aquel método que integra diferentes estrategias de juego dentro de ambientes no lúdicos con el objetivo de motivar y amenizar el trabajo de una empresa.
Este concepto nació allá por el año 2008, gracias al auge de la industria de los medios digitales. Se comenzó a implementar en el sector de la enseñanza, pues es bueno que los profesores empleen métodos divertidos para ayudar a sus alumnos en el camino del aprendizaje.
El resultado de estos primeros experimentos fue que se consiguió convertir en una herramienta que favorecía a los alumnos, sí, pero también a los profesores. Enriquecía la enseñanza y también mejoraba los resultados. Así se pensó que era una buena idea extrapolarla a los trabajos de las grandes y pequeñas empresas.
Objetivos que se pretenden conseguir
Lo que se pretende al implementar la gamificación en una empresa es motivar a sus empleados a trabajar a través de una forma más divertida. La diversión y el trabajo no tienen por qué ser conceptos reñidos.
Para llevarla a cabo, se sigue un sistema de tres pasos, que comparte con los juegos más tradicionales y que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida. Se comienza por explicar la mecánica del juego, para que el usuario se implique; se sigue con el proceso del juego, donde se desarrollará; y por último encontramos los componentes: avatares, puntos, premios, etc.
Los objetivos principales a alcanzar mediante los mismos son básicamente tres. En primer lugar, generar branding, es decir mejorar la imagen de marca de la empresa con una actividad innovadora. En segundo lugar, afianzar el engagement, aportando valor tanto a empleados como a los clientes. Por último, incrementar las ventas.
Tipos de gamificación
Existen dos formas de enfocar la gamificación en el ámbito laboral. La primera es hacia los empleados y la segunda hacia los clientes. Con ambas estrategias se pretende mejorar el engagement de ambos, aumentar la productividad, así como fidelizarlos.
En su enfoque hacia los empleados, la gamificación consigue motivar a los empleados en su rutina diaria, amenizando el trabajo, aumentando su espíritu participativo y mejorando el trabajo en equipo, lo que se traduce en mejores resultados para la empresa. A cambio, los empleados mejoran su aprendizaje y reconocimiento.
En el enfoque hacia los clientes y/o usuarios, se pretende mejorar su experiencia con la empresa a través de juegos o retos que deben ir superando para alcanzar metas cada vez más jugosas. Una forma de actuar diferente que consigue afianzarse la fidelización.
La importancia de una buena estrategia
Contar con la implementación de una buena estrategia en materia de gamificación es muy importante para las nuevas empresas, sobre todo las nacidas en el panorama digital.
No es raro para nadie que todos tenemos un lazo especial con nuestros smartphones, y por ello el retorno que produce este dispositivo no ha dejado de crecer año tras año. Por tanto, incluir esta estrategia mejorará las ventas de la compañía y se asegurará de afianzar la confianza de clientes y potenciales clientes.
Dentro de unos años, serán más de la mitad de las empresas del sector las que empleen este tipo de técnicas para ganarse un hueco en el competitivo mercado. Sobre todo a través del móvil, pues es una de las mejores oportunidades para hacer crecer un negocio (a través de apps que todos llevamos en nuestro bolsillo, por ejemplo).
Cómo puedes aplicarla a tu empresa
¿Crees que tu empresa no es apta para implementar este técnica tan novedosa? No tiene por qué. Tan solo se basa en aplicar dinámicas de juego dentro del contexto del trabajo. El propósito es fomentar la motivación de los empleados y que se integren en los procesos.
Gracias a estas mecánicas de juego conseguiremos aportar nuevas y placenteras experiencias de usuario, retadoras, motivadoras y muy valoradas. De hecho, destacan valores como la competitividad, reconocimiento o excelencia, que se consigue gracias a estas técnicas.
Si aún no estás demasiado seguro, a continuación podrás ver algunos de los procesos a llevar a cabo para ir implementando esta estrategia en tu empresa.
Las reglas del juego
Lo primordial a llevar a cabo al implementar la estrategia de gamificación es tener claras las reglas del juego. Es decir, definir las bases sobre las que se sostendrá y la finalidad del mismo.
Para ello, es importante analizar y definir algunos conceptos. Lo primero será definir qué problema se pretende mejorar a través del juego. También los valores que se desea fomentar, así como los objetivos que se desean alcanzar.
Por último, debemos saber qué premios o reconocimientos se otorgarán, ya sea a empleados o a usuarios y, también, en el contexto donde lo vamos a situar.
Premios y reconocimientos
Como todo juego, el incluido en la estrategia de gamificación también tiene una finalidad. De hecho, esto es primordial, pues los empleados deben saber y sentir que compiten por algo que merece la pena.
Para llevarlos a cabo, se pueden proponer muchos tipos de recompensas, ya sean físicas o virtuales. Regalos, premios, etc. que motiven a los «concursantes» a dar lo mejor de sí mismos.
Algo importante a tener en cuenta es dar los premios a la mayor cantidad de participantes posibles. De esta manera, no habrá ningún sentimiento de desmotivación y todos se considerarán capaces de alcanzar la meta.
Admiración y trabajo en equipo
El orgullo y la admiración son dos conceptos claves que debes apelar a la hora de implementar la estrategia. A todos nos gusta tener éxito en lo que hacemos y con esto no puede ser menos.
Además, siempre debemos fomentar el trabajo en equipo. Esto se traducirá, posteriormente, en una mejora en el rendimiento de los empleados, que conseguirán aumentar las ventas de la empresa gracias a su eficiencia.
Los juegos propuestos fomentan la colaboración entre los trabajadores y estrechan sus lazos de unión. También ayudan a conocerse mejor entre ellos y, algo importante, a identificar a quién tiene madera de líder.