Aunque pareciera un escenario de ensueños, vivir en un castillo durante la Edad Media, no era una experiencia muy cómoda —a menos para quienes no formaban parte de la nobleza, claro—. Estos castillos medievales eran fríos, había partes muy sucias y malolientes y no era una residencia permanente.
De acuerdo a varias investigaciones, retratos de la época y antiguos escritos, se pudo llegar a una conclusión bastante cercana de cómo vivían las personas en los castillos medievales. A raíz de esto, se ha hecho viral un video en el cual se demuestra una aproximación de dicho escenario.
Cómo era la vida en un castillo medieval
El video viral de tiktok, en el que se detalla un poco de cómo era vivir en un castillo durante la edad media, relata un poco de las deficientes condiciones que atravesaba un plebeyo durante su estadía en el castillo. Además, relata un poco de la estructura que componía a los castillos, para que puedas visualizarte dentro de ellos.
El castillo solía situarse en un lugar alto, sus murallas lo rodeaban y protegían a los campesinos en caso de peligro. Contaba con pozos de agua y talleres artesanos. Además, en su interior comprendía: establos, horno, capilla, dormitorios y comedores compartidos entre cientas de personas.
Algunos secretos de la vida en los castillos medievales
Si bien los castillos eran hogares, no eran residencias permanentes: el señor, la dama y la familia se mudaban de castillo en castillo y se llevaban sus cosas con ellos: camas, ropa de cama, vajillas, tapices, candelabros, cofres e incluso plantas en macetas. Esto significa que la casa de un residente en un castillo solía ser muy pequeña y la mayoría de las habitaciones estaban cerradas.
A estos castillos de la Edad Media, solían mudarse entre 30 y 150 personas, entre las que se incluían al señor y la dama, así como a sus hijos (que podrían convertirse en cifras dobles, por ejemplo, la reina de Inglaterra Leonor de Aquitania tuvo 10 hijos). Luego vendrían otras relacionadas con las diferentes áreas del hogar: cocina, cuadras, guardias, cuidadores de los niños, asistentes personales del señor y la dama y quienes realizaban deberes religiosos. Los residentes debían realizar tareas de mantenimiento dentro del castillo y adaptarse a la convivencia entre tantas personas. Trascendió que los interiores de estas construcciones eran muy fríos, puesto que, por razones de seguridad, contaban con pequeñas ventanas por las que apenas podía pasar el sol.
