La situación electoral en Estados Unidos está cambiando el panorama del mercado de criptomonedas, prueba de ello es la reciente aprobación del ETF de Ethereum y anteriormente en el de Bitcoin. La búsqueda desesperada de votante por parte de Joe Biden así como de Donald Trump están marcando un antes y después, pues está obligando a que los políticos estadounidenses en línea general den su brazo a torcer.
No es de extrañar que de aquí en adelante la postura de los políticos sea más de adopción, así como de informar sobre las ventajas y usos de las criptomonedas. Además, esto podría frenar la agresividad de los reguladores, especialmente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC); ente que se ha caracterizado por entablar procesos legales constantemente en contra de empresas desarrolladoras y por no tener bien definido que es un security y community.
Estadounidense quieren al Bitcoin en su economía
De acuerdo con una encuesta realizada recientemente, así como las interacciones que se ven en redes sociales, se hace cada vez más evidente que los ciudadanos estadounidenses tienen fe en el mercado de las criptomonedas, espacialmente en el Bitcoin.
Para ser exactos, dos de cada 3 votantes quieren Bitcoin en sus carteras, por lo que de aquí en adelante, cualquier político que desee ser el nuevo residente de la Casa Blanca, deberá mostrar una postura relajada y a favor de las criptomonedas. Un claro ejemplo de ello fue el candidato Donald Trump, quien paso de decir que el dólar era superior al Bitcoin a decir en un mitin que tiene «la mente abierta» respecto al token.
En el caso de Joe Biden, este como buen creyente de las inversiones y el sistema tradicional, había mostrado su desagrado por el Bitcoin y similares, instando a que se crearan estrictas regulaciones para «proteger a los inversores» de su país. Tras la aprobación del ETF de Ethereum, se confirmó que el aún mandatario fue quien presionó a la SEC para que esto ocurriera, dándose a conocer que el demócrata dará luz verde para que las regulaciones pretendían ser creadas no vean la luz y en su defecto sean lo suficientemente flexibles como para mantener contentos a los votantes, especialmente los que están por debajo de un rango de edad de los 25 años.
Este ambiente favorece no solo a los inversores norteamericanos, sino a los extranjeros, ya que, un clima relajado favorece el despegue de las criptomonedas a largo plazo, justo en el esperado bull run y la temporada de altcoins.
