sábado, 23 noviembre 2024

Holaluz logra un Ebitda normalizado positivo de 3,1 millones en el primer trimestre

Holaluz obtuvo en el primer trimestre un resultado bruto de explotación (Ebitda) normalizado positivo de 3,1 millones de euros, frente al resultado negativo de 14,9 millones del mismo periodo del pasado ejercicio, lo que, según destaca la compañía, muestra «una clara recuperación del negocio», a pesar de la persistencia de las condiciones adversas del mercado eléctrico.

Este dato permite a Holaluz confirmar su objetivo de un Ebitda normalizado de entre 19 y 24 millones para este año. En términos de Ebitda contable, Holaluz ya ha alcanzado el ‘break even’ (equilibrio) en los últimos 12 meses, con lo que ha remontado 23 millones de euros respecto al Ebitda registrado en el conjunto de 2023.

REUNIÓN DE HOLALUZ CON BME

La dirección de Holaluz se ha reunido con la dirección de BME Growth, el mercado en el que cotiza, para comunicar que ha cumplido con el presupuesto del primer trimestre y que «sigue funcionando con normalidad», ha explicado en un comunicado este miércoles.

La empresa ha informado al operador del mercado la evolución de la compañía, su situación y los principales datos financieros al cierre del primer trimestre del año.

Holaluz ha señalado que tiene una facturación mensual recurrente que oscila en una horquilla de entre 15 y 20 millones de euros

Holaluz ha señalado que tiene una facturación mensual recurrente que oscila en una horquilla de entre 15 y 20 millones de euros.

También ha informado sobre el proceso de búsqueda de 20 millones de euros de financiación y que presentará en la Junta General Ordinaria del próximo 28 de junio una auditoria de las cuentas del grupo sin salvedades y unos datos financieros «esperanzadores».

RATING Y SITUACIÓN

La agencia de rating EthiFinance ha retirado la calificación crediticia de la energética «a petición del cliente»; esto es, a petición de la propia Holaluz.

«La calificación crediticia asignada en este informe ha sido solicitada por la entidad calificada, que también ha participado en el proceso», aclara EthiFinance en su informe, del que especifica que se basa «en información privada y pública».

Las principales fuentes de información citadas en el análisis son: los informes anuales de auditoría, el sitio web corporativo, la información publicada en los Boletines Oficiales y el libro de calificación proporcionado por la Compañía.

No hace ni dos semanas que esta misma agencia de rating rebajó la calificación de la energética desde BB-, con tendencia negativa y en estado de ‘Under review’, a CCC, cambiando la tendencia a ‘Evolving’. El descenso se fundamenta, según la agencia, en las dudas surgidas sobre la materialización del proceso de financiación en que la compañía está inmersa.

INVESTIGADA POR COMPETENCIA

Entretanto, a la comercializadora catalana le siguen creciendo los enanos después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le haya abierto expediente por impago de los peajes eléctricos.

Competencia investiga la posibilidad de que la comercializadora haya incurrido en esta infracción, tipificada como ‘grave’ según la Ley del Sector Eléctrico. El pasado 9 de mayo, se supo que Iberdrola, a través de su filial de distribución y gestión de redes, i+DE, había interpuesto una denuncia contra Holaluz ante la CNMC por este motivo.

Los peajes son el apartado de la factura eléctrica que recoge el importe del transporte y la distribución, además de otros cargos relacionados indirectamente con el suministro eléctrico.

EN EL SENO DE HOLALUZ SE HA DESATADO UNA GUERRA ENTRE LOS SOCIOS FUNDADORES Y LAS GESTORAS DE FONDOS QUE OSTENTAN PARTE DEL CAPITAL. EN MEDIO DE ESTE ENFRENTAMIENTO SE ENCUENTRA CARLOTA PI, CONSEJERA DELEGADA DE LA EMPRESA, A QUIEN LOS FONDOS QUIEREN FUERA

El regreso a la cotización de Holaluz no ha hecho sino agravar su agonía. A su crítica situación financiera se suma un hundimiento en Bolsa superior al 56% este año; y de fondo, sufre la guerra interna entre los socios fundadores y los fondos presentes en el capital, que reclaman la cabeza de la consejera delegada, Carlota Pi. En medio de este incendio, la compañía busca desesperadamente un auxilio crediticio que llega a cuentagotas.

La supervivencia de Holaluz pasa por conseguir préstamos de unos 15 millones de euros y un equity line de hasta seis millones para afrontar sus problemas de liquidez, tan profundos que ponen en jaque sus compromisos contractuales y su misma existencia. Un cometido de extrema dificultad, ya que las perspectivas son tan malas que la propia comercializadora ha solicitado la retirada de su rating.

A pesar de todo, la directiva ha conseguido reunir parte del dinero que necesita para esquivar la desaparición. Este martes se supo que había formalizado una operación de financiación por un importe de cuatro millones que ya ha sido desembolsado, mientras negocia con el Institut Català de Finances (ICF), dependiente de la Generalitat, dos posibles alternativas de préstamo.

LA CAÍDA DE HOLALUZ

El pasado 1 de mayo, ya sobrepasada la medianoche y con el plazo vencido, Holaluz presentó sus resultados 2023 en los registros del BME Growth, mercado bursátil donde cotiza. Los resultados netos de la comercializadora catalana -entregados sin auditar- reflejaban una catástrofe contable de proporciones devastadoras, con unas pérdidas de más de 26 millones de euros que multiplican por cinco los ya preocupantes ‘números rojos’ del ejercicio precedente. Esta cifra palidece, no obstante, ante la deuda neta, que roza los 60 millones de euros.

EN SU REGRESO A BOLSA DESPUÉS DE SER SUSPENDIDA DE COTIZACIÓN POR CARECER DE AUITORÍA, LA ACCIÓN DE HOLALUZ SUFRIÓ UN DESCALABRO MAYÚSCULO

El motivo por el que los resultados no contaban con una certificación profesional es que dos de los accionistas mayoritarios de Holaluz, los fondos Axon y Geroa Pensoak, votaron en contra de los resultados, lo que retrasó los trámites. Finalmente, el 3 de mayo, con retraso y en medio del escándalo, Ernst & Young (EY) remitió a BME la auditoría de las cuentas 2023 de la comercializadora, poniendo en tela de juicio su viabilidad. El documento augura un sombrío destino que no solo alcanzará a la matriz, sino también a la decena de compañías que dependen de la energética presidida por Carlota Pi.

La ausencia de una auditoría provocó que el BME suspendiera de cotización a la compañía catalana, situación en la que permaneció hasta el miércoles 8 de mayo, cuando regresó a los parqués. El retorno no pudo ser más desastroso: solo se registraron ventas, por lo que la acción se precipitó hasta mínimos históricos. Al cierre de esta edición, su valoración apenas superaba 1,30 euros.


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