Servicio lento, comida de poca calidad, precios elevados y los mismos platos en la carta desde hace años. Estos eran solo algunos de los síntomas que provocaron la indiferencia de muchos consumidores y fans de los restaurantes Vips en España. Anclados en el pasado, no supieron capear la crisis ni adaptarse; y eso les pasó factura en lo económico. Pero su venta por 500 millones a Food Service Project, sociedad participada al 100% por Alsea y accionista mayoritario de Zena en España, ha supuesto un nuevo giro en su estrategia y un lavado de cara necesario.
Y este cambio se nota en sus restaurantes, algo vacíos en esta época del año –lo cual es lógico en algunos lugares de España–. La atención al cliente ha cambiado. Es mucho más amable y cercana; algo que desde MERCA2 hemos comprobado in situ en algunos de sus locales. Los establecimientos han renovado su imagen. Aunque esto último es mérito de sus anteriores dueños, la empresa Sigla (que mantendrá una participación minoritaria). Estos ya iniciaron la remodelación de algunos locales.
La transformación más apreciable está en su carta. Totalmente nueva combina platos típicos de Vips con nuevas modas culinarias. Así, podemos seguir encontrando el emblemático sándwich Vips Clubs: tres pisos de pollo a la plancha, bacon ahumado, tomates, mayonesa, queso, jamón York, queso emmental y lechuga Batavia. Pero también platos veggies o una de las tendencias de este año, el poke de salmón.
La venta de Vips ha resucitado la marca, que ha cambiado parte de su carta y ha mejorado su servicio para volver a recuperar su esencia. Aunque ha eliminado la Coca-cola
Sin embargo, hay algunos cambios notables que no gustan a todos los usuarios. De acuerdo a la política de unificación de proveedores a gran escala de Alsea, el grupo Vips ha puesto fin a su acuerdo de distribución y comercialización de refrescos de la marca Coca-Cola. Eso quiere decir que los locales de la enseña ofrecerán Pepsi en lugar de Coca-Cola. Tampoco habrá Fanta (sustituida por Kas) ni ningún otro refresco de la multinacional.
Hay otras cosas que no cambian. No solo se mantienen platos típicos como Vips Clubs, sino que el refresco sigue siendo ilimitado. El consumidor paga la primera bebida y luego el resto se rellena de manera gratuita. En el caso de la cerveza no es así, aunque a partir de la segunda cerveza el precio es inferior. Si una copa de Mahou cuesta 2,95 euros, la segunda sale a 1 euro. Y con respecto a los precios, no se aprecian incrementos de los mismos en los platos típicos de la carta. También se mantienen las promociones de 2×1 en cenas los domingos o la invitación a un plato por el pago de otro a partir de las 18:00 horas (de lunes a jueves).
La compañía sigue sin ofrecer su propio servicio de entrega a domicilio; aunque tira de otros. En 2016 se alió con Deliveroo para sus repartos. En 2017, llegó a un acuerdo con Just Eat para incorporar la comida a domicilio de 43 restaurantes Vips, 41 restaurantes Ginos y cuatro Fridays distribuidos por toda la geografía española. Desde esa misma fecha también está disponible en Glovo.
CAMBIOS ESTRUCTURALES
Estos cambios tienes su origen en la operación de venta. A finales del año pasado, Food Service Project, sociedad participada al 100% por Alsea y accionista mayoritario de Zena en España, adquirió el 100% de Sigla, sociedad cabecera de Grupo Vips, por 500 millones de euros. Fruto de esta operación, el nuevo grupo contará en el mercado ibérico con un portfolio de 10 enseñas comerciales: Fosters Hollywood, Vips, Domino’s Pizza, Starbucks, Ginos, Burger King, Fridays, Lavaca, Cañas y Tapas y Wagamama.
En marzo, Alsea anunció la creación de la división Alsea Europa con el objetivo de convertirse en el principal operador en Europa. Tras la compra de Zena en 2014 y Grupo Vips en 2018, ha definido su estructura organizativa para liderar el crecimiento de Alsea en Europa que recientemente ha crecido tras hacerse con los derechos para operar Starbucks en Francia y Benelux.
LOS NÚMEROS ROJOS DE VIPS
La nueva estructura y el cambio de imagen buscan dar la vuelta a las cuentas de la enseña. Los resultados económicos no han acompañado al negocio. En los últimos diez años, la compañía ha registrado números rojos en siete de ellos, según datos del registro mercantil recogidos por Insightview. Las pérdidas ascienden a 9,5 millones de euros en 2017 (último dato actualizado) frente al millón de euros del ejercicio anterior.
En cuanto a su facturación, también ha descendido. Ha caído desde los 455 millones de euros en 2008 a los 215 millones euros en 2017, según datos del registro mercantil. Acumula una deuda a largo plazo de 37,8 millones de euros, de los cuales, 35 millones son con las entidades de crédito.
A ello se sumaron algunas decisiones complicadas. El 1 de junio de 2017, la compañía decidió poner punto y final a una parte de su identidad. Símbolo de una época ya pasada en la capital, Vips cerró hasta 15 tiendas, donde se podía comprar periódicos, libros y hasta bombones. Con su cierre se llevó un trocito de la historia de todos los amantes de Vips.
Pero la sangría continuó: cerró seis restaurantes asiáticos The Wok (marca que compró en 2005), dos restaurantes temáticos y dos Ginos, y vendió un Vips. Hasta el icónico Vips de Alberto Aguilera llegó a echar el cierre. Así, la cifra a finales de 2017 era de 176 establecimientos propios, un 4% menos que en 2016.
EL ORIGEN MEXICANO DE VIPS
Probablemente la mayor parte de los españoles que han pasado algunas de sus tardes en un Vips no sepan que la cadena tiene un origen mexicano, por muy nuestro que sintamos sus sándwiches. Así, en 1958, el mexicano Plácido Arango regresa de España a su tierra para abrir una cadena de supermercados bajo el nombre de Aurrerá. Seis años después, su hermano, Jerónimo Arango, abrió una cadena de restaurante para que los clientes del súper pudieran comer mientras realizaban sus compras. Así es como nació Vips en México.
Tal fue el éxito que Plácido decidió exportar el negocio de Vips y probar suerte en España. Fue entonces cuando en 1969 abrió Vips sus puertas en nuestro país. Arango también explotó el negocio de los supermercados Aurrerá, pero los vendió a Galerías Preciados a principios de los 70. No haría así con los restaurantes Vips.
Pero con la venta a Zena Alsea, la familia Arango no abandona el barco del todo. Reinvertirán 75 millones de euros, mediante una ampliación de capital convirtiéndose en socios minoritarios de la misma con una participación aproximada al 8%.
La parte más curiosa de este origen es que la venta de los restaurantes españoles al grupo Zena Alsea vuelve a unir a Vips México y Vips España, regresando a sus orígenes. En 1997 Walmart adquirió la parte mexicana, pero la crisis le haría vender al grupo Zena Alsea este negocio en 2014.