Es una traición, una mala jugada que tuvo el Rey Carlos III y Camila Parker Bowles cuando permitieron que Rose Hanbury estuviera presente en la Catedral de San Pablo en Londres. Es claro que se podía esperar cualquier cosa, pero Kate Middleton jamás pensó que iba a estar la supuesta amante del Príncipe Guillermo presente.
Lo cierto es que esto podría molestar por completo a Kate Middleton, ya que permitir la presencia de Rose a la ceremonia significaría traición. ¡Ni Judas se animó a tanto! Lo cierto es que eso no fue todo también estuvo el hijo de la marquesa de Cholmondeley, Oliver quien volvió a cumplir un papel importante.
La decisión del Rey Carlos III que molestaría a Kate Middleton
El pasado domingo Hanbury estuvo presente en la Catedral de San Pablo en Londres y ante más de 2000 personas que estuvieron ahí y pudieron apreciar una ceremonia solemne de la Orden del Imperio Británico, pudieron apreciar la presencia de la marquesa y su hijo muy cerca del rey Carlos III. Más motivos para que a bomba en la familia real británica siga enredada.
En el mismo, Oliver Cholmondeley fue paje para Carlos III, como lo hizo en la coronación junto al Príncipe Jorge. No hay dudas de que Rose Hanbury está incluida en la familia Real Británica y es imposible que ella se separe. Esto al parecer no sería de gran agrado para Kate Middleton y comentan que estaría furiosa, no solo por la presencia de la supuesta amante del príncipe Guillermo, también por el hijo de ella.
La tenebrosa y satánica foto del rey Carlos III
El mundo no para de hablar de la imagen que artista plástico Jonathan Yeo retrato del rey Carlos III. Lo cierto es que es la primera imagen que se conoce del rey desde coronación en el 2023. Al momento en que el monarca tiró del listón, todos quedaron completamente en shock. La pintura que el artista hizo estuvo inspirada en el traje de guardia de Gales del rey, el rojo que uso en su coronación.
No era algo que esperaban, por eso, generó gran revuelo y algunos sacaron algunas conclusiones al respecto. Un fondo rojo, tenebroso y de frente el rostro del rey Carlos III que estaba detallado a la perfección. El aspecto del fondo parecía un cuadro satánico, como dijeron algunos en ese momento. El monarca estuvo de acuerdo en la decisión que tomó el artista plástico. Quedó encantando y otros un poco horrorizados.