El consejero delegado (CEO) de Banco Sabadell, César González-Bueno, señala que el consejo de administración de pasado 6 de mayo, que rechazó la oferta de fusión que BBVA había presentado el 30 de abril, concluyó que el impacto en capital de la operación sería «significativamente superior» a los 30 puntos básicos que estima la entidad presidida por Carlos Torres.
González-Bueno ha señalado, en su primera intervención tras el anuncio de la fusión y de la OPA hostil por parte de BBVA, que el Real Decreto que regula las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) de 2007 le «restringe muchísimo» lo que puede decir tras el anuncio de la OPA, pero sí puede contar «cómo fue el proceso hasta la toma de decisiones de rechazar la oferta no vinculante de BBVA«, es decir, los acontecimientos entre el 30 de abril y el 9 de mayo, previo al anuncio de la oferta a los accionistas.
ENCUENTRO Y banco sabadell
Ha defendido, durante su participación en el 19 Encuentro de Banca organizado por el IESE y FTI Consulting, que esta operación comenzó el 30 de abril «sin negociaciones previas» y con una carta que recibe ese día el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, quien convocó «inmediatamente» al consejo del banco para trasladar el contenido de la misiva, nombrar a los asesores jurídicos y financieros y convocar otra reunión para el 6 de mayo.
Según el ceo de Banco sabadell, la operación comenzó el 30 de abril «sin negociaciones previas»
Al día siguiente, el 1 de mayo, BBVA publica los detalles de la oferta, mientras que el domingo 5 de mayo, el presidente del banco, Carlos Torres, envía una carta a Oliu, donde se trasladaba que la oferta «no tenía más recorrido», que era «la máxima posible» y que ya había afectado a la cotización de BBVA en Bolsa con 6.000 millones de euros a la baja, recibiendo «la crítica de analistas y de inversores».
El CEO de Sabadell señala que hubo en su entidad «mucho debate» sobre si publicar la carta como un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de la filtración que hubo por parte de ‘El Mundo’ de la misiva el martes 7 de mayo, por la noche. «Se publicó la carta completa y, por transparencia, lo comunicamos como hecho relevante al día siguiente», ha especificado.
González-Bueno ha proseguido explicando las conclusiones a las que llegó el consejo de administración convocado el 6 de mayo, y al que también acudieron los asesores de Sabadell, quienes trasladaron a los consejeros que la valoración de la oferta de BBVA debía hacerse «desapasionadamente, sin intereses personales; es decir, desde un punto de vista absolutamente racional».
Además, ha defendido que la decisión debía tomarse con la información «completa», en un proceso «impecable» y teniendo en cuanto los intereses de los accionistas.
Bajo esas premisas, se produjo la discusión de la oferta dentro del consejo que se basaron, por un lado, en la creación de valor de Banco Sabadell como entidad independiente comparado con el 16% que tendrían los accionistas de la entidad resultante de la operación, y en las sinergias que se producirían.
CREACIÓN DE SINERGIAS E IMPACTO DE CAPITAL
El consejo de administración consideró que los números que baraja la entidad para los próximos meses se pueden conseguir e, incluso batir, de forma independiente, siguiendo la experiencia de los últimos tres años.
«Los resultados del primer trimestre, que se habían anunciado poco antes [de la oferta de fusión de BBVA] y que había supuesto una subida muy fuerte de la acción, habían mejorado los resultados del primer trimestre del año anterior, el beneficio neto en un 50%, se habían mejorado todas las líneas de negocio y, además, se había crecido en volúmenes», ha defendido González-Bueno, defendiendo que los presupuestos trazados por el equipo gestor se pueden utilizar para valorar la entidad en solitario y que, en absoluto, «se están inflando».
En cuanto a las sinergias que BBVA considera, de 850 millones de euros, y el impacto de capital que puede tener la fusión de 30 puntos básicos o, lo que es lo mismo, de unos 1.450 millones de euros, González-Bueno ha explicado que el consejo tuvo en cuenta las sinergias de costes, pero no las sinergias «negativas comerciales» que «podrían ocurrir, aunque son menos cuantificables».
Sin embargo, donde el consejo hizo un «recálculo» fue en el impacto de 30 puntos básicos sobre la ratio de capital de BBVA. «En la carta que había mandado BBVA figuraba un múltiplo de 1,8. El consejo aplicó un factor corrector y concluyó que sería un múltiplo de tres. Nadie está consiguiendo hacer esas sinergias con un coste que no sea tres veces el ahorro que se genera. Es decir, lo que podríamos llamar, en términos sencillos, un ‘payback’ de tres años», ha explicado.
Además, ha recordado que el impacto que BBVA estima no incluye la ruptura por las joint-ventures, especialmente las que Sabadell tiene con Amundi en gestión de activos y con Zurich en bancaseguros. «Esa cifra no la puedo dar porque no es pública, pero es significativa y el consejo también la incluyó», ha detallado al respecto.
Así, al tener en cuenta estos reculculos, más los ajustes a valor razonable de la cartera a término y de los activos propios de Sabadell, el consejo de administración concluyó que el impacto en capital de la operación sería «significativamente superior» a los 30 puntos básicos que se incluyen en el anuncio de BBVA.
VOLATILIDAD
Otro aspecto que también ha mencionado, y se recoge en la nota de rechazo de la oferta por parte de Sabadell, es la volatilidad que estaban experimentando las acciones de BBVA en Bolsa, puesto que la operación plantea un canje de acciones, al igual que se recoge en la OPA hostil.
«El consejo expresó una preocupación sobre la caída del valor de la cotización de las acciones con las que, en principio, se pagará a Banco Sabadell», ha explicado González-Bueno. Además, el órgano de gobierno de la entidad también tuvo en cuenta la «cuestión social», que es el impacto sobre empleados y clientes.
Al respecto, el consejero delegado de Banco Sabadell ha explicado que está en contacto con los trabajadores y ha expresado la «preocupación» que existe.
Es evidente que cuando hay una oferta encima de la mesa que plantea que hay que hacer una reducción del 41% de los costes, racionalmente la gente piensa que les va a afectar más a ellos que a los demás. Evidentemente, eso genera una preocupación», ha afirmado.