La prácticas matutina de yoga es como un abrazo cálido para tu ser interior. Te conecta con tu respiración, despierta tus músculos, te prepara para enfrentar lo que viene tiene múltiples beneficios que van más allá de la simple flexibilidad. Al iniciar el día con yoga, activamos nuestra circulación, despertamos todos los sistemas del cuerpo y preparamos la mente para un estado de mayor claridad y concentración. Es una forma de establecer un tono positivo para las actividades del día que reduce el estrés y aumenta la energía vital.
Además, el yoga matutino ayuda a cultivar la disciplina y la autodeterminación. Al comprometernos con una rutina diaria, fortalecemos la voluntad y fomentamos un sentido de logro personal. Esta práctica constante no solo mejora nuestra salud física, sino que también promueve el equilibrio emocional y la serenidad, preparándote para enfrentar los desafíos con una perspectiva calmada y centrada.
YOGA ESTAURATIVO: LA SECUENCIA PASO A PASO
- Abrir el pecho: comienza en una posición sentada o de pie. Inhala profundamente y al exhalar, lleva tus brazos, hacia atrás, entrelazando los dedos por detrás de tu espalda. Esto abrirá tu pecho y flexibilizará la columna. Mantén la postura durante varias repeticiones sintiendo cómo se abre tu caja torácica.
- Vaca- Gato: Continúa en posición de manos y rodillas. Inhala mientras arqueas la espada hacia arriba como una vaca, y exhala mientras redondeas la columna hacia abajo como un gato cuando se estira.
- Círculos con la cadera: En la misma posición, realiza circulo con la cadera en ambas direcciones. Este movimiento suave activa la zona lumbar y prepara tu cuerpo para el día.
- Torsión de columna: Siéntate con las piernas extendidas, coloca el brazo derecho debajo del izquierdo y gira hacia la izquierda. Mantén la columna recta y respira profundamente. Esta torsión suave despierta la columna vertebral y estimula los órganos internos.
LA POSTURA FINAL PARA TERMINAR TU RUTINA
Desde la posición anterior, extiende los brazos hacia adelante y baja el pecho hacia el suelo. Levanta la pelvis hacia el techo. Esta postura combina estiramiento y apertura, liberándose así cualquier rigidez que tu cuerpo padezca, lo que te preparará para enfrentar el día lleno de energía y positivismo, que son clave para gozar de un buen estado de salud.
Finaliza tu rutina de yoga matutino, colocándote de rodillas, lleva los glúteos hacia los talones y estira los brazos hacia adelante. Descansa la frente en el suelo, esta última posición se llama Balsana o postura del niño, que te hará una mayor relajación, permitiéndote conectar con su ser interior y establecer una intención positiva para el resto del día.
La práctica del yoga restaurativo al despertar, es un regalo que te haces a ti mismo. No importa si tienes 5 minutos o más, pero procura intentar sacar un espacio todas las mañanas para que no desaproveches esta maravillosa propuesta, que tu cuerpo y mente agradecerán y estarás listo para enfrentar el mundo con calma y vitalidad.
