sábado, 23 noviembre 2024

Juan Roig: el ‘Jobs’ que surgió de una carnicería de pueblo

El mes de agosto es propicio para leer, ver películas y series, escuchar música o echar un rato delante del televisor. Desde MERCA2 vamos a recomendar a los principales directivos de las empresas que operan en España algunas sugerencias para tener un verano más entretenido. En algunos casos, incluso, pueden extraer buenas ideas para el futuro…

“No hemos sido los primeros, pero seremos los mejores”. Esta es una de las muchas frases célebres que se repiten en escuelas de negocio. Su autor no es otro que Steve Jobs (1955-2011), considerado uno de los grandes gurús empresariales del mundo. Su legado ha sido recogido por películas, documentales y varias obras biográficas; la más acertada y cercana es la de Walter Isaacson, quien realiza una crónica de la agitada vida y abrasiva personalidad del genio cuya creatividad, energía y afán de perfeccionismo dieron lugar a un imperio.

Cualidades y palabras que otros han abanderado a su manera. Aquí en España, el cofundador de Apple encuentra su versión ‘made in Spain’ representada en el ideólogo de la cadena de supermercados número uno en el país –con una cuota de mercado del 25%– siendo, además, la que más factura: el presidente de Mercadona, Juan Roig.

Y como buena adaptación, Roig también tira de frases motivadoras. “Todas las empresas surgen de un sueño: para alcanzarlo dedicamos muchas horas, asumimos riesgos, somos humildes, escuchamos mucho y ponemos pasión y corazón”, explicó en una de sus apariciones públicas. Y aquí es donde empieza la historia de Mercadona. Emprendedor en los 80 –casi a la par con Jobs– Roig necesitó que alguien iluminara su bombilla para dar forma a su sueño.

Juan Roig ha construido un imperio con Mercadona gracias a su carácter humilde, trabajador, controlador y perfeccionista. Cualidades que recuerdan a Steve Jobs

Si Jobs se ayudó de su amigo Steve Wozniak, de quien surgió la idea de crear el primer ordenador; en el caso de Juan Roig, este precisó de la familia. A Paco, su hermano, se le ocurrió el nombre de Mercadona en un viaje que realizaron los dos a Italia. Pero Juan Roig fue quien realmente poseía el carisma y la fortaleza necesarios para liderar este imperio. El germen de la cadena de supermercados también es casi tan humilde y modesto como el garaje del que salió el primer ordenador Apple: las carnicerías del Grupo Cárnicas Roig que Juan –junto con sus hermanos– compraron a su padre.

Humilde, perfeccionista, controlador, ahorrador, terco, perseverante y trabajador. Son algunos de los adjetivos que describen el carácter de cualquiera de estos dos genios a los que el público adora. Aunque Juan Roig cuida mucho sus apariciones públicas, lo cierto es que cada vez que habla sus palabras –a veces tímidas– están llenas de enseñanzas sobre innovación, carácter, liderazgo y valores. Los empresarios se rinden ante él, de la misma forma que lo hacían con Jobs cuando presentaba nuevos modelos de iPhone.

LA INNOVACIÓN POR ENCIMA DE TODO

“La innovación es lo que distingue a un líder de un seguidor”, según Jobs. Y aquí está la clave que hace diferente a Mercadona de otros supermercados. Sus clientes son fans de sus productos. Las marcas blancas de Hacendado, Bosque Verde, Deliplus y Compy son un ejemplo de ello. Roig no inventó la marca blanca, pero innovó y la hizo suya para disgusto de otros fabricantes. Le dio un nombre y lo mejor de todo, creo una necesidad en el consumidor.

Sin embargo, sí fue el primero en utilizar el escáner para la lectura del código de barras en los puntos de venta. La implantación de la estrategia comercial SPB (Siempre Precios Bajos), el modelo de negocio de ‘El Jefe’ (el cliente está en la cúspide y en la base el capital) o el cambio de estrategia a ‘Proveedores Totalers’ son parte del modelo seguido por la cadena de supermercados que a día de hoy se estudia en las escuelas de negocio. 

En Mercadona, la cultura del esfuerzo lo condiciona todo desde arriba a abajo. “A mis directivos les trato de diez y les exijo de 14”, dice Roig. Tanto que, en algunos casos, se le ha ido de las manos y ha tenido que reconocer que “a los trabajadores les tratábamos como manos”. Las malas lenguas dicen que la situación no ha cambiado mucho. A Jobs tampoco se le daban bien las relaciones laborales. Si no comulgabas con sus ideas, cualquier lugar era bueno para despedirte, como un ascensor. Y si hablamos de las relaciones con la prensa, estas son igual de tensas en ambos casos. 

El cofundador de Apple decía que “cuando se innova, se corre el riesgo de cometer errores. Es mejor admitirlo rápidamente y continuar con otra innovación”. Y como al parecer es de sabios reconocer los errores, Roig también lo ha hecho. Mercadona gastó demasiado dinero en tratar de vender fruta pelada, por ejemplo. Un fracaso del que Roig aprendió.

En definitiva, dos empresarios de la misma época que levantaron un imperio a su imagen y semejanza, bajo sus principios y valores; aunque con sus luces y sombras. Dos genios capaces de enfurecer y seducir a partes iguales que han dejado una huella imborrable. 


- Publicidad -