Antes que el trading, ser hodler o probar suerte con las airdrops, la minería de Bitcoin (BTC) era la actividad más codiciada para generar criptomonedas. Desde un inicio ha reportado importantes ganancias, y en su momento con una sola máquina era suficiente para tener miles de dólares asegurados.
No obstante, las cosas han cambiado tras 4 halvings de Bitcoin y la reducción paulatina de las recompensas por minado de bloque. Además, a eso se sumió el alto costo de la energía eléctrica en algunos países, así como regulaciones implementadas. Actualmente, se puede decir que este y muchos factores hacen de la minería algo costoso en temas de inversión; tanto que pone a dudar a sus inversores si aún vale la pena llevarla a cabo.
¿Cuánto cuesta minar Bitcoin?
Las recompensas por minar Bitcoin fueron reducidas a 3,125 BTC en este último halving. ¿Qué quiere decir eso? Que las ganancias posiblemente disminuyan, varios modelas de mineros dejaran de funcionar y seguramente priorizaran operaciones que generen grandes comisiones; dejando de lado transacciones pequeñas, es decir, comenzara la economía de las tarifas en la red de Bitcoin.
Según un reporte de Investing, 53.000 dólares es lo que costaría en la actualidad minar un BTC. La cifra está basada en lo que invierten grandes empresas que se dedican exclusivamente a esta actividad, por cuanto la inversión de particulares con granjas de apenas una docena de equipos puede ser muchísimo mayor. Pese a los altos costos y constante discusión de si es o no un negocio factible, los expertos consideran que el poder total de la minería de Bitcoin podría aumentar hasta 700 exahash para el 2025.
Mineros se mudan, otros se apagan
Por un tema de requerimientos, solo los mineros más potentes sobrevivirán por lo menos 4 años más. Las máquinas menos eficientes definitivamente se apagarán y será necesaria más potencia para que la red Bitcoin siga funcionando a toda máquina como siempre. Se cree que el exahash podría reducirse en un 10%.
Además, es posible que muchos mineros se muden a países con electricidad más económica. África podría ser el destino final, cuando anteriormente su lugar seguro era China. También es probable que vayan a países en los que se desperdicie energía, como el gas que se quema en las centrales petroleras. La gran novedad es la inclusión de la inteligencia artificial, la cual podría generar más dinero en países con energía estable y de precio accesible,