Los indicadores económicos de España están siendo los mejores de la eurozona. El crecimiento de nuestro PIB es el más alto de entre las grandes economías europeas. Aunque está claro que las condiciones de acceso al mercado de la vivienda y la inflación ahogan a gran parte de la familias españolas y nublan los buenos datos macroeconómicos anteriores.
Un crecimiento que se ha basado en las mediadas económicas del Ejecutivo dirigido por Pedro Sánchez. Con unos movimientos encaminados a fortalecer el consumo, especialmente el privado de bienes duradero, para sobreponerse a los efectos de guerras y pandemias que han atacado la economía en su globalidad. Pero claro está que solo el consumo no basta para hacer crecer la economía de un país a medio y largo plazo y su productividad.
Como enemigos a corto plazo para este crecimiento vamos a señalar dos elementos: el primero de ellos la escasa inversión, tanto pública como privada. El segundo será la incertidumbre en las exportaciones. Ambas circunstancias debilitarán el ritmo de crecimiento de la economía española, aunque, si bien esta, seguirá estando por encima del de sus vecinos europeos.
Necesidad de aumentar la inversión
En este sentido, queda claro que el aumento de la inversión ayudaría a impulsar el crecimiento de la productividad española. Una inversión bastante estancada, a pesar de ligeras mejoras, en España desde la crisis global de 2008. Y queda bastante patente según señala Marc Canal, investigador senior MGI y uno de los autores del Informe ‘Invertir en el crecimiento de la productividad’ de McKinsey, que acelerando el crecimiento de la productividad es la única forma de continuar mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos en una sociedad que envejece, con cadenas de valor que se fragmentan, un entrono macroeconómico complejo y una transición energética necesaria y que no se puede parar.
Cabe señalar que el crecimiento de la productividad laboral en España ha sido de un 0,4% desde 2012, mientras que en el resto de las grandes economías europeas ha sido de un 0,5%. Por poner un dato en Estados Unidos el crecimiento ha sido de 1%. Estas cifras vienen a destacar que España ha tenido un crecimiento de la productividad sostenidamente bajo durante el último cuarto de siglo, solo en Italia ha sido menor.
LA INVERSIÓN PIEZA CLAVE PARA EL CRECIMIENTO
Este informe hace ver que la inversión es pieza central del crecimiento de la productividad. «Hay muchas partes móviles que configuran la productividad, pero sin duda la inversión es uno de los elementos claves. En la mayoría de los países, los aumentos del capital por trabajador explican entre el 70 y el 80 por ciento del crecimiento general de la productividad», remarca Alejandro Beltrán, socio senior de McKinsey & Company.
«en la última década en las economías avanzadas la inversión ha sido muy baja. España no ha sido una excepción: antes de la crisis financiera de 2008 la inversión fue elevada, pero concentrada en el sector de la construcción, que no contribuyó a elevar la productividad. Tras la crisis financiera, la inversión se desplomo y no se ha recuperado»
En este sentido el propio Beltrán señala que «en la última década en las economías avanzadas la inversión ha sido muy baja. España no ha sido una excepción: antes de la crisis financiera de 2008 la inversión fue elevada, pero concentrada en el sector de la construcción, que no contribuyó a elevar la productividad. Tras la crisis financiera, la inversión se desplomo y no se ha recuperado».
Por estas circunstancias las economías avanzadas, incluida España, tienen que re-acelerar su inversión, en niveles muy bajos desde 2008 y capturar la oportunidad que ofrecen la digitalización y otras nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial.
En este sentido, hay varias razones para el optimismo siguiendo el ejemplo de Estados Unidos Unidos, que con un entorno macroeconómico y mercado laboral más tensionados parece estar elevando la inversión y el crecimiento de la productividad en los últimos trimestres. La inversión en tecnología, incluyendo la inversión en IA generativa también ha crecido sustancialmente. Un dato para reflejar esta situación es que solo las 5 mayores tecnológicas de USA han invertido 350.000 millones de euros en i+D y en capital desde 2022.
Pero también hay que señalara que a pesar de este optimismo en España y en Europa en general no corren los mismos vientos en cuanto a inversión de momento. En nuestro país en particular, el crecimiento de la inversión está siendo un poco más fuerte que en el resto del continente. El motivo de esta fuerza está siendo el consumo impulsado por el gobierno, las exportaciones de servicios y la inmigración.
Los analistas creen que está circunstancia se mantendrá a lo largo de este año 2024, pero que el crecimiento de la inversión y la productividad seguirá todavía bastante bajo acorde a las necesidades que la economía española y europea necesita. Las bases para un crecimiento a largo plazo no son sólidas todavía y en 2025 lo notaremos.