Almagro, primera socimi española que permite a las personas mayores monetizar su patrimonio en inmuebles como complemento a su pensión, ha duplicado el tamaño de su cartera. En este sentido, la compañía ha pasado de tener 14 a 30 inmuebles, al cierre del primer semestre de 2019. En paralelo a esta operación Almagro, que salió a bolsa en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) el pasado enero, ha cerrado también una ronda ampliación de capital que le sitúa en 25 millones de euros de capital.
Hasta la fecha, la 88% de la inversión de Almagro Capital se ha invertido en zonas prime y el resto en zonas oportunistas de la capital. Todos los activos adquiridos se encuentran dentro de la M-30. Están localizados en las calles de Doctor Esquerdo, Platerías, Vallehermoso, Jorge Juan, Pintor Rosales, Lagasca, Alejandro Sainz Aubin, Mesón de Paredes y Ayala, entre otros. Estos inmuebles suman más de 4.700 metros cuadrados de superficie, con un precio medio del metro cuadrado de 3.164 euros.
“Estamos satisfechos con la calidad y diversificación de los inmuebles adquiridos, y pensamos que se está asentando entre la población una nueva forma de monetizar la vivienda con un componente social, cómo es la que ofrecemos –y que, además, para el tipo de vendedor al que estamos enfocados, resulta más eficiente que la hipoteca inversa y la nuda propiedad-”, explica Luis de Ulíbarri, presidente de Almagro.
Adicionalmente, la fórmula está teniendo gran acogida entre los inversores, ya que la compra a volumen de este tipo inmuebles hace que se minimice el riesgo. “El balance rentabilidad/riesgo es especialmente bueno. Pocas o ninguna alternativa de mercado ofrece nuestro rendimiento con tan poco riesgo. Tenemos un subyacente muy resistente (inmuebles en zona centro de Madrid) y a nivel de negocio no asumimos ninguno de los riesgos habituales del mercado -no hay riesgo de impagos, ni de rotación, ya que tenemos el mejor inquilino que se puede desear, que permanece en la vivienda y la siente como suya-”, explica Ulíbarri.
UNA AMPLIACIÓN QUE SITÚA A LA SOCIMI CERCA DE LOS 30M €
Además, Almagro ha conseguido cerrar una ampliación de capital con éxito de 16,3 millones de euros. La ampliación ha sido un éxito, superando la captación que la empresa estaba tratando de alcanzar, por lo que el Consejo de Administración se ha visto forzado a diluir las suscripciones de algunos accionistas del tramo discrecional.
Así, el valor nominal de las acciones de la socimi asciende a 24,3 millones de euros al añadir la ampliación a las acciones existentes. Esta primera ampliación desde su cotización en el MAB está enmarcada dentro del plan de expansión de la compañía, que tiene previsto una nueva ampliación en el medio plazo.
Los fondos obtenidos en la ampliación de capital se destinarán a dotar a la sociedad de los recursos de capital necesarios para continuar con su estrategia de expansión y crecimiento. Esta consiste en adquirir activos inmobiliarios en la ciudad de Madrid (80% zona prime y 20% zonas oportunistas con alto potencial de revalorización).
Almagro ha acordado que el periodo de inversión y posterior desinversión de los activos inmobiliarios quede cerrado en el plazo de 9 años y medio desde el inicio de actividades de la Sociedad. La política de inversión de la Compañía establece la adquisición de activos que tengan una rentabilidad anual individual estimada superior al 8%.
“El modelo que hemos propuesto está teniendo muy buena acogida entre los inversores que ven una oportunidad en un mercado de más de ocho millones de propietarios de perfil senior (mayores de 65 años), donde saben que están invirtiendo en un proyecto con un claro componente social, ya que ayuda a las personas de la tercera edad a monetizar de forma eficiente los ahorros de toda una vida, su vivienda”, explica Ulíbarri.
Así, esta rentabilidad se consigue gracias al nuevo modelo lanzado por esta socimi, una alternativa a las formas tradicionales de monetizar el ahorro en vivienda: la hipoteca inversa y la nuda propiedad. Así, este nuevo modelo legal y fiscal de Almagro conlleva una elevada eficiencia tanto a nivel impositivo como a nivel de gestión, además de conllevar un alto grado de seguridad para todos los actores del mercado. Lo anterior permite al vendedor de la vivienda maximizar el importe percibido en la mayor parte de los casos, frente a las opciones tradicionales.