Aunque ahora vivamos una vida rodeada de gadgets, no siempre fue así. Hasta hace muy poco tiempo, solo unos 20 o 30 años atrás, los únicos aparatos que nos rodeaban eran la televisión, el teléfono de línea y tal vez una radio de antena. No existían los múltiples dispositivos electrónicos que hay ahora y que nos prometen una vida más sencilla. Pero, ¿realmente lo logran? ¿A qué costo?
La gran pregunta que casi nadie se está haciendo es cómo protegernos de la radiación que los dispositivos electrónicos de nuestros hogares emanan sobre nosotros; y si esas vibraciones que, por supuesto, no las vemos, tienen efectos negativos en nuestra salud corporal. Te cuento todo en este artículo.
¿Gadgets mortales o es todo un mito?
En los últimos años, con el incremento de los casos de cáncer, que es una de las principales causas de muerte a nivel global, surgió una preocupación sobre las posibles conexiones entre el uso de teléfonos móviles y el riesgo de desarrollar tumores malignos. «Durante las últimas décadas, se han realizado numerosos estudios para investigar si las ondas de radiofrecuencia (RF) representan un riesgo para nuestra salud», explica Emilie van Deventer, directora del Programa de Radiación del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las ondas de radiofrecuencia emitidas por los teléfonos móviles son una forma de energía electromagnética que se sitúa entre las ondas de radio FM y las microondas. Estas ondas presentes en los gadgets no tienen suficiente potencia para inducir el cáncer, ya que, a diferencia de las formas más intensas de radiación (ionizante), no pueden romper los enlaces químicos en el ADN. Aseguran los especialistas que esto solo ocurriría en niveles muy altos, como los que producen los hornos de microondas.
A pesar de la falta de evidencia concluyente, también señala «riesgos potenciales a largo plazo» de tener gadgets cerca, especialmente relacionados con tumores en la cabeza y el cuello, según la especialista van Deventer.
Cómo protegerme de la radiación
Mientras tanto, hasta que descubrimos cómo cuidarnos de las frecuencias que emanan los gadgets, hay quienes abogan por la prevención como mejor medida que la cura. Algunas recomendaciones que puedes incluir en tus hábitos son:
- Utilizar el «manos libres» para mantener los teléfonos alejados de la cabeza.
- Limitar tanto la cantidad como la duración de las llamadas.
- Utilizar el teléfono en áreas con buena recepción, ya que esto reduce la potencia de salida del dispositivo.
