A partir de que el trabajo remoto se ha puesto de moda, cada vez pasas más tiempo en tu casa. Sea que trabajes, estudies o hagas ejercicio físico, se vuelve común realizar esas actividades en la comodidad de tu hogar, ahorrando tiempo y dinero en traslados.
Y un hogar tiene que ser el lugar para seguro en el que los riegos de contraer una enfermedad o que algo malo te ocurra estén reducidos al mínimo, por eso es importante que sepas qué cuestiones que no conoces pueden estar poniéndote en riesgo. En este artículo te contaré todo lo relacionado con una vivienda amable para tu salud mental y corporal.
¿Casa mala o casa buena?
Un punto fundamental en el bienestar en tu casa es un espacio amplio con ventanas predominantes, ya que está comprobado que un espacio luminoso es beneficioso para la salud mental y el buen estado de ánimo. Si bien en épocas anteriores se usaba la construcción de espacios chicos bien delimitados, hoy están en auge lo que se conoce como espacio abierto, esto se refiere a la unificación entre la cocina y el living. En un mismo espacio, sin paredes que obstaculicen la vista, este modelo busca una mejor circulación visual y de luz.
Otra cuestión importante es la elección de las paredes: está comprobado que los colores impactan en el bienestar emocional. Por eso es aconsejable elegir colores claros que vayan acorde con unos enormes ventanales, que potencien la luz natural el máximo. Además, los espacios de tu casa deben ser funcionales. Esto quiere decir que tener habitaciones en desuso porque, por ejemplo, los hijos ya abandonaron el hogar, no es recomendable. No hay que dejar que la energía se estanque y es bueno encontrarle un nuevo uso a ese espacio.
¿Y si ya soy mayor qué puedo hacer en mi hogar?
Si estás buscando una solución para tu vivienda porque ya eres una persona mayor de 50 años, es bueno empezar a hacer algunas modificaciones y no que aparezcan los problemas todos juntos. Algunas personas dejan pasar demasiado tiempo y luego se dan cuenta de que su casa ya no les es funcional. Por eso aquí te dejaré algunos consejos.
Puedes empezar por algo sencillo como cambiar la bañera por el plato de ducha, ya que esto evitará accidentes y será para cómodo para tu movilidad. Otra cosa que puedes tener en cuenta es retirar o reducir al mínimo las alfombras y objetos en el suelo que puedan ocasionarte una caída. Y volvemos otra vez a la iluminación: tener buena luz ayuda a la presbicia y pérdida de visión.
