El jet lag es un problema al que nos enfrentamos todos y que resulta inevitable si queremos viajar. Sea porque hagas un viaje en avión y conozcas los efectos del jet lag, o porque estás en un cambio de temporada, tu cuerpo va a experimentar cambios que pueden resultarte molestos.
Pero claro que existen algunos trucos para que el jet lag no afecte tanto a tu organismo. El cuerpo es como un reloj, por lo que la mayoría de los consejos que voy a contarte funcionan si llevas una rutina saludable y buenos hábitos.
Trucos para prevenir el jet lag
- Ajuste progresivo: un truco que ayuda bastante a que el cuerpo se adapte mejor es retrasar 10 o 15 minutos el momento de ir a dormir. Así la transición resulta más llevadera.
- Disminuye la cafeína: por las tardes evita ingerir café, té o cualquier sustancia que te proporcione energía. No ingerir comidas pesadas y tomar siestas no mayores a 20 minutos también ayuda a conseguir un mejor sueño.
- El sol como aliado: la exposición al sol en un paseo al mediodía es una excelente opción para que nuestro sistema permanezca activo.
- Vida saludable: una alimentación saludable y realizar actividad física hacen que tu organismo tenga una estructura. Si mantenemos esa rutina con horarios fijos de sueño, podemos lograr muy buenos resultados. También te recomiendo incorporar al menú nocturno ciertos alimentos ricos en triptófano, un aminoácido necesario para segregar melatonina. Algunos ejemplos son el chocolate negro, el plátano y los huevos.
Por qué nos afecta el cambio de horario
Para empezar, lo que debes saber es que la disminución de luz solar repercute de forma directa en nuestro sistema. La Dr. Ana Neves, miembro de la Unidad de Medicina del Estilo de Vida de Clínica FEMM, asegura que «El cambio de hora desajusta nuestros ritmos circadianos, que están controlados por la luz natural». También es normal que, en el período de adaptación, nuestro cuerpo genere menos melatonina.
Esto puede lograr que percibamos un descenso de la energía y emociones negativas. Estas cuestiones desembocan en que estemos más cansados de lo habitual. Por lo que sí, es normal que si antes hacías muchas actividades por día, en un reajuste horario quieras saltarte algunas. Cuando se altera la segregación de melatonina, el efecto es un estado de somnolencia antes de lo debido. Por lo que puedes tener ganas de irte a dormir más temprano o incluso creer que el día está siendo demasiado extenso. Ten paciencia, en un par de días todo se habrá acomodado y el jet lag habrá quedado atrás.