Las agujetas son el resultado de la creación de pequeñas lesiones en las fibras musculares debido a la práctica de ejercicio físico intenso o poco habitual. Esto ocurre cuando los músculos se someten a movimientos a los que no están acostumbrados o a una intensidad mayor de la habitual. Por eso, en este artículo voy a recomendarte un alimento ideal que te ayudará a calmar esta molestia.
Las pequeñas lesiones provocan inflamación y sensibilidad en los músculos afectados, lo que puede generarte dolor y rigidez. Por lo general, este malestar no debería permanecer más de 12 o 24 horas, aunque hay casos en los que puede prolongarse durante varios días. A medida que los músculos se recuperan y se reparan, el dolor tiende a desaparecer.
Incorpora el jugo de arándanos y despídete de las agujetas
Los arándanos, además de tener un sabor exquisito y dulzón, tienen excelentes propiedades para todo tu cuerpo y en especial actúan contra las agujetas. Este alimento es rico en antioxidantes, tiene efectos antiinflamatorios, un rico aporte nutricional y mejora la circulación sanguínea. Esta fruta es una excelente fuente de vitaminas y minerales esenciales para la reparación muscular, lo que las convierte en una opción eficaz para aliviar y reducir los dolores corporales producto de la actividad física.
El jugo de arándanos te proporcionará una variedad de antioxidantes, entre los que se destacan los flavonoides y las antocianinas, que contribuyen a contrarrestar el estrés oxidativo del cuerpo, un factor crucial en la prevención del dolor asociado con las agujetas. Esto se debe a que durante la actividad física, se generan radicales libres que son responsables del daño muscular y la inflamación. Los antioxidantes presentes en los arándanos pueden contrarrestar estos radicales, disminuyendo el estrés oxidativo en las células musculares.
Prepara tu jugo salvador en menos de 5 minutos
Te dejo aquí una receta sencilla y rápida de preparar para lograr un jugo de arándanos exquisito y reducir las agujetas de tu cuerpo.
Ingredientes
- 2 tazas de arándanos frescos o congelados
- 1 taza de agua fría
- 1 cucharada de miel (opcional)
- Zumo de medio limón (opcional)
Lava los arándanos frescos y colócalos en una licuadora junto con el agua fría. Si quieres que sea más dulce todavía, puede añadir un poco de miel. Si deseas agregarle limón, exprime medio zumo para realzar el sabor y añadir frescura. Licua todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Una vez en el vaso, si quieres puedes añadir unas rodajas de limón que le darán el toque final.