La Comisión Europea (CE) ha dado un gigantesco impulso a la política de descarbonización de la petrolera más importante del país. Cinco proyectos de Repsol han sido incluidos en la lista definitiva de Interés Común (PCI, por sus siglas en inglés) del Ejecutivo Comunitario.
Los flashes se los ha llevado Enagás con la incorporación al listado del corredor de hidrógeno H2Med y la Red Troncal, pero la energética dirigida por Josu Jon Imaz se ha llevado la palma en cuanto a iniciativas distinguidas. La central de bombeo hidroeléctrico de Aguayo II, en Cantabria; el electrolizador de la red de hidrógeno de Tarragona, de 150 megavatios (MW); el electrolizador a gran escala de Bilbao, de 2,5 MW de potencia; el almacén de dióxido de carbono (CO2) Pycasso y el electrolizador a gran escala de Cartagena, de 100 MW, esta última junto a la propia Enagás y Engie, son los planes de Repsol que han sido sancionados por Bruselas.
Para que una iniciativa reciba el sello de PCI debe tener una influencia significativa en los mercados energéticos de al menos dos países miembros, mejorar la libre competencia en la UE y ayudar a la seguridad energética
Los PCI son proyectos de infraestructuras energéticas transfronterizas que han sido categorizados por la gobernanza europea como clave para construir un mercado interior de la energía de la Unión Europea (UE) más integrado y resiliente. Para que una iniciativa pueda recibir el sello de PCI debe tener una influencia significativa en los mercados energéticos de al menos dos países miembros, mejorar la libre competencia en el seno comunitario y ayudar a la seguridad energética de la Unión mediante la diversificación de las fuentes, así como contribuir a los objetivos climáticos y de descarbonización de la UE mediante la implantación de las energías renovables.
Entre todas las obras agraciadas destaca la ampliación de la central hidroeléctrica de Aguayo II. El pasado octubre, el proyecto entró en la lista provisional de PCI de Bruselas, pero su planeamiento viene de muy atrás: en 2011, Viesgo, actualmente filial de EDP, presentó al Ministerio de Medio Ambiente sus planes para acometer un aumento de potencia de bombeo en las instalaciones que fijara la capacidad máxima en 1.360 MW.
REPSOL ACTIVA EL ‘MODO DESCARBONIZACIÓN’
Según la actualización del plan estratégico presentado por la compañía, Repsol invertirá una cifra récord de entre 16.000 y 19.000 millones de euros en los próximos cuatro años (2024-2027) para acelerar su proceso transformador hacia una compañía cero emisiones netas y protagonista en la transición energética.
Repsol cuenta con cinco de sus siete complejos industriales en España y estima que su transformación para ser punteros y desarrollar productos de bajas emisiones -como los combustibles renovables, el hidrógeno renovable y el biometano- requerirán inversiones netas en un rango de entre 2.000 y 3.000 millones de euros, condicionadas a la regulación y la fiscalidad en el país.
LA TRANSFORMACIÓN DE REPSOL EN UNA COMPAÑÍA CERO EMISIONES Y PUNTERA EN PRODUCTOS DESCARBONIZADOS EXIGIRÁ UNA INVERSIÓN DE ENTRE 16.000 Y 19.000 MILLONES DE EUROS
La Península Ibérica concentrará el 60% del total y Estados Unidos, el 25%. Por su parte, las iniciativas bajas en carbono representarán más del 35% de las inversiones totales. Para 2024, la inversión neta prevista se sitúa alrededor de los 5.000 millones de euros.
Durante la presentación, Imaz aseguró que la transición energética debe sostenerse sobre la descarbonización, pero también afirmó que ésta debe estar supeditada a la seguridad de suministro y a un precio de energía competitivo. Además, manifestó su inquietud ante «el aumento de las emisiones de CO2 en el mundo» a pesar de todas las regulaciones al respecto: «Cuando en España cerramos una acería, ésta traslada su actividad a la India, Turquía o China; y luego ese mismo acero entra por el puerto de Barcelona o el de Valencia» -ejemplificó- «Entonces nos tapamos los ojos ante el CO2 producido, porque no se ha emitido en Europa».