miércoles, 27 noviembre 2024

Iberdrola ‘tira del carro’ de la exigua red de recarga eléctrica

El caos desatado en el regreso de las vacaciones de Semana Santa, con interminables filas de coches eléctricos esperando hasta dos horas para acceder a un punto de recarga, ha dado relieve a un problema enquistado desde hace tiempo: la red de repostaje eléctrico española es exigua, anticuada y mal mantenida. Solo Iberdrola y, en menor medida, Endesa la están expandiendo al ritmo que exigen los estándares de movilidad sostenible de los países de nuestro entorno.

La Unión Europea (UE) establece que para 2026 la red básica de carreteras de los estados miembros deben contar con cargadores para coches eléctricos cada 60 kilómetros en la red básica de carreteras y, en el caso de las vías transeuropeas, cada 100 kilómetros. A dos años vista de la entrada en vigor de la normativa, España está muy lejos de contar con esta infraestructura, como se ha puesto de manifiesto en Pascua en todo el país y especialmente en las estaciones de recarga de Atalaya de Cañavate (Cuenca) y La Gineta (Albacete), cuyos usuarios estallaron de ira en las redes sociales ante las interminables esperas y las averías en los pocos enchufes disponibles.

Las electrolineras y puntos de recarga son escasos y poco fiables, una realidad que se convierte en crisis y embudos en las fechas con mayor tránsito de vehículos. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) explica que España está acelerando su ritmo en el desarrollo de la red, pero se queda muy lejos de los objetivos marcados para 2023, tanto en el ámbito de mercado electrificado como de infraestructura de recarga de acceso público.

LLEGAMOS TARDE Y MAL AL DESARROLLO DE LA RED

Según el barómetro de electromovilidad anual de la asociación, en 2023 se instalaron en nuestro país 11.173 nuevos puntos de recarga, hasta alcanzar un total de 29.301. A pesar del fuerte crecimiento, el volumen logrado está muy lejos de los 45.000 fijados como objetivo para el año pasado, el mínimo indispensable para alcanzar las metas marcadas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y en el programa Fit for 55 de la UE.

La infraestructura de recarga española está a la altura del betún dentro del panorama comunitario. Anfac señala que, con una media de 610 puntos de recarga eléctrica de acceso público por millón de habitantes, nuestro país se encuentra a años luz de la media europea, que se situó a cierre de 2023 en 1.408 puntos.

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La cantidad no es el único aspecto problemático; también la calidad. De los 29.301 puntos de recarga de acceso público, solo 5.690, menos de una cuarta parte, son de carga rápida. Además, a cierre del año pasado más de 7.500 puntos de recarga instalados estaban fuera de servicio, bien sea por encontrarse en mal estado, averiados o porque aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica. Si todos los puntos actualmente presentes en España estuviesen disponibles para su uso, se dispondría de 37.029 puntos de recarga de acceso público.

Desde Anfac se señala que la calidad de las recargas, es decir, la potencia, es un atributo igual de importante que el número de puestos. La asociación considera necesario fomentar el despliegue de la recarga ultrarrápida, para reducir los tiempos de recarga de los vehículos electrificados. Un problema adicional es que en España no existen puntos de carga de acceso público dedicados específicamente a vehículo pesado, ni en términos de potencia ni en términos de accesibilidad.

En este sentido, y aunque todavía queda camino por recorrer, destaca el crecimiento de los puntos de recarga ultrarrápida registrado en 2023, habiéndose cerrado el año con un total de 827 puntos nuevos con potencias de al menos 150 kilovatios (KW).

IBERDROLA Y ENDESA, LAS ÚNICAS REFERENCIAS EN INSTALACIÓN DE RECARGA

Siendo la movilidad eléctrica uno de los negocios del futuro, tanto por demanda como por regulación, sorprende la pasividad general de las energéticas nacionales en la dotación de infraestructuras. Iberdrola y, en segundo lugar, Endesa, son las únicas compañías que instalan puestos de repostaje eléctrico a un ritmo acorde a los objetivos comunitarios.

Iberdrola ha sido desde el principio la empresa más activa en este apartado, instalando hasta 300 postes de recarga al mes en 2023. Los últimos datos atribuyen a la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán más de 6.000 recargas públicas, a las que hay que añadir 1.700 más en construcción y otras 3.200 pendientes de tramitación administrativa, que se espera estén operativas en los próximos meses. Sumando los puestos de repostaje públicos y privados, la eléctrica vasca tiene 45.000 puntos de recarga, con el objetivo de llegar a los 100.000 el próximo año.

La medalla de plata se la lleva Endesa, que con 5.500 puntos de recarga públicos es la única que le sigue el ritmo al líder. En un tercer puesto muy distante está Repsol, que cuenta con 1.700 postes, la mayoría instalados en sus gasolineras. Más cerca del pelotón se sitúa EDP, con aproximadamente 1.000.


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