Parecía que no había llegado el día en el que Google iba a dejar de ser gratis y cobrara por alguno de sus servicios gratuitos hasta ahora (solo a cambio de saber todo sobre nosotros mediante el acopio de nuestros datos). Pero el gigante de las búsquedas se estaría planteando poner un muro de cobro en su servicio cuando vaya a estar impulsado por la IA y evitar así la publicidad. Según una publicación del Financial Times, la compañía se habría planteado hacer pagar por alguna de las nuevas funciones ‘premium’ que van a estar administradas por la nueva tecnología que lo está cambiando todo en el mundo, hasta llegar a ‘tocar’ lo que parecía intocable: la gratuidad de Google.
«Llevamos años reinventando la búsqueda para ayudar a los usuarios a acceder a la información de la forma más natural para ellos. Con nuestros experimentos de IA generativa en la Búsqueda, ya hemos servido miles de millones de consultas, y estamos viendo un crecimiento positivo de las consultas de búsqueda en todos nuestros principales mercados. Seguimos mejorando rápidamente el producto para satisfacer las nuevas necesidades de los usuarios», ha dicho un portavoz de Google, y ha procurado que queda bien claro en todo el mundo.
Sobre las afirmaciones acerca de la posible desaparición de la publicidad, Google ha sido categórico: «no estamos trabajando ni considerando una experiencia de búsqueda sin publicidad. Como ya hemos hecho muchas veces, seguiremos creando nuevas funciones y servicios premium para mejorar nuestras ofertas de suscripción en todo Google. No tenemos nada que anunciar ahora mismo».
El buscador con sede en Mountain View podría haber considerando opciones como agregar ciertas funciones de búsqueda de IA a sus servicios de suscripción premium, según ha publicado el Financial Times, que ha puesto en alerta a medio mundo. Lo han contado de manera anónima al menos tres personas que tiene que ver con la gran empresa tecnológica norteamericana y conocen bien su planes. Se trata de poder afrontar la implementación de la IA en su buscador, al cobrar por algunos servicios impulsados por esta tecnología, pero si «canibalizar» su extraordinario negocio de ingresos por publicidad.
Sobre las afirmaciones acerca de las suscripciones han sido categóricos: «no estamos trabajando ni considerando una experiencia de búsqueda sin publicidad»
Al parecer, ya ha habido ingenieros de Google desarrollando la tecnología para implementar el servicio, pero los ejecutivos no han decidido si lanzarlo ni cuándo, porque saben que es una decisión de calado que puede arruinar su omnipresencia mundial como el buscador estrella. Cabe la posibilidad de que aparezca otro buscador con IA gratis, y se acabe la fiesta de Google desde hace ya 25 años (nació en septiembre de 1998, y en España se comenzó a utilizar masivamente en 1999).
No obstante, la información desvelada deja claro que Google digamos, ‘normal’ va a continuar siendo gratuito y mostrando anuncios en los resultados de búsqueda, incluso para esos suscriptores premium que lo usen con la IA, que para nada se van a librar de la publicidad.
GOOGLE Y SU 2º PUESTO EN LA CARRERA DE LA IA
El movimiento se producirá porque la empresa matriz, Alphabet, no ha encontrado todavía la manera de incorporar, con la rapidez que se está desarrollando, las nuevas funciones y habilidades de la IA generativa sin amenazar su negocio publicitario esencial. Por esa razón, según ha respondido a lo publicado un portavoz de Google, «no estamos trabajando ni considerando una experiencia de búsqueda sin publicidad. Como lo hemos hecho muchas veces antes, continuaremos desarrollando nuevas capacidades y servicios premium para mejorar nuestras ofertas de suscripción en Google».
Desde que OpenAI lanzó ChatGPT a finales de 2022, Google se ha encontrado a la defensiva frente a la popular IA generativa, que cuando cumplió un año en noviembre de 2023, tenía 180.5 millones de usuarios activos al mes y su sitio web tuvo 1,626 millones de visitantes durante febrero 2024. La capacidad de ChatGPT para dar respuestas a consultas con una voz narrativa ha obligado a Google a repensar su tradicional lista de enlaces azules a sitios web y los lucrativos anuncios que aparecen junto a ellos.
Se trata de poder afrontar la implementación de la IA en su buscador, al cobrar por algunos servicios impulsados por esta tecnología, pero si «canibalizar» su extraordinario negocio de ingresos por publicidad
Mientras tanto, en los últimos años, se ha producido otra loquísima carrera por la búsqueda de prometedoras startups. Algunos han intentado persuadir a los usuarios para que se registren en suscripciones de pago para acceder a funciones de búsqueda generativa de IA o para obtener mejores protecciones de privacidad.
El mismo Google ya probó el año pasado su propio servicio de búsqueda impulsado por IA que combina una narrativa personalizada y detallada además de enlaces a sitios web y publicidad. Pero ha tardado en incorporar funciones de su «experiencia generativa de búsqueda» experimental al motor de búsqueda principal.
Y este pasado mes de febrero fue más allá a agregar un nuevo nivel de pago a su servicio de suscripción para consumidores que permite el acceso a su modelo estrella de IA Gemini. Se llama Google One AI Premium y, por supuesto, también está disponible en España. Además de acceso a Gemini permite utilizar la IA en los servicios de Gmail y Google Docs.
La empresa se defiende de antemano cuando afirma que «usar tecnología de inteligencia artificial generativa para impulsar consultas de búsqueda es increíblemente costoso»
La empresa se defiende de antemano cuando afirma que «usar tecnología de inteligencia artificial generativa para impulsar consultas de búsqueda es increíblemente costoso», según han comentado algunos empleados del buscador que conocen el esfuerzo tecnológico que supone. También han contado que los equipos que están al frente de estos desarrollos han realizado constantes pruebas de referencia en consultas aleatorias internamente, para así poder medir cuánto de rápido era el motor de búsqueda de Google a la hora de ofrecer resultados, pero no realizaron las mismas pruebas para el producto de búsqueda impulsado por inteligencia artificial de Google, en parte por esta cuestión de los elevados costes.
Los que suelen hablar y contar estas cosas so los ex empleados del gigante norteamericano. Otro ex trabajador ha explicado que a raíz de la aparición de ChatGPT, Google ha reorientado sus equipos de búsqueda para desplegar más personas para trabajar en la experiencia experimental impulsada por IA, pero fueron los altos costes los que frenaron que se implementara de manera más amplia en muchos más productos y servicios del buscador.
Según los analistas que conocen bien las grandes tecnológicas, la compañía se ha centrado en mejorar cuestiones como la latencia y agregar nuevas funciones, y ese gran coste no es el que ha influido en las decisiones tomadas sobre incorporar antes o no más IA en la búsqueda. Por esa razón, cobrar por ciertos aspectos de búsqueda de IA podría ayudar a Google a obtener algunos ingresos adicionales, pero sin canibalizar su negocio principal de publicidad en búsquedas.