Nvidia ya vale más que toda la Bolsa de Fráncfort en su conjunto y se convierte así en un problema para la correcta diversificación de las carteras.
Apple se convirtió en la primera empresa del mundo con capitalización bursátil de un billón de dólares (tera-cap) en agosto de 2018. Ahora Estados Unidos alberga seis empresas de tera-capitalización: Microsoft, Apple, Nvidia, Amazon, Alphabet y Meta Platforms. La capitalización de mercado combinada de estas siete empresas es hoy de 12,8 billones de dólares, frente a los 375.000 millones de dólares de hace solo 15 años.
El principal mercado de renta variable europeo está formado por 16 países, desde Luxemburgo a Francia, y tiene una capitalización bursátil total de 16.600 millones de dólares. En comparación, la capitalización bursátil total de las 16 mayores empresas que cotizan en Estados Unidos es de 18.200 millones de dólares, y los 13 mayores valores de EE.UU. son ahora mayores que el mercado de renta variable europeo. La concentración del mercado de renta variable se ha convertido en un reto importante para muchos inversores.
Hace tan solo tres años, las denominadas Siete Magníficos representaban aproximadamente el 15% del índice S&P 500. El tirón de estas firmas tecnológicas ha provocado que ese peso casi se haya duplicado. Hoy representan aproximadamente el 30% del S&P 500.
NVIDIA: CUIDADO CON LA EXCESIVA CONCENTRACIÓN
Los Siete Magníficos ganaron un 107% en 2023, frente al 24% del S&P 500, y eso que la mayor parte de esa rentabilidad procedió de los mismos Siete Magníficos. La meteórica subida de las valoraciones de estos siete valores ha llevado los niveles de concentración de los diez valores principales del S&P 500 al 32%, un máximo de 50 años según un reciente informe de JPMorgan Chase & Co.
«La fuerte subida de los tipos y la ralentización de las perspectivas de crecimiento han provocado una salida de los activos cíclicos y de larga duración. Las empresas de gran capitalización se han beneficiado de esta rotación del mercado, ya que ofrecen una liquidez atractiva, un crecimiento sostenible y una capacidad de fijación de precios mucho mayor», afirmó Dubravko Lakos-Bujas, estratega jefe de renta variable mundial de J.P. Morgan.
De ahí que uno de cada tres inversores minoristas españoles (34%) tenga previsto reducir sus inversiones en los Siete Magníficos, según los datos de la última edición de ‘El pulso del inversor minorista’, de la plataforma de inversión y trading eToro.
7 MAGNÍFICOS Y LOS PELIGROS DE LA CONCENTRACIÓN
Cuanto más concentrado esté un indicador, menos eficaz será como herramienta de diversificación. Como consecuencia, los inversores en estos índices pueden sufrir oscilaciones en sus carteras mayores de lo esperado.
En particular, los inversores que tienen exposición a los 7 Magníficos a través de índices pasivos pueden correr riesgos por varias razones, según explican en Morgan Stanley:
Estrecha correlación: Todas estas empresas pertenecen al mismo sector, con líneas de negocio que se solapan. Además, su rentabilidad en el último año se ha visto fuertemente impulsada por el entusiasmo de los inversores por la IA. En consecuencia, si los inversores se muestran reacios a la IA, o si una acción cae, todo el grupo puede caer, arrastrando a la baja el valor del índice ponderado por capitalización más amplio.
Sensibilidad a los tipos de interés: Cuando suben los tipos, estos valores son especialmente propensos a perder valor y viceversa. Esto se debe a que, a diferencia de los valores más orientados al valor, sus valoraciones se basan en gran medida en los rendimientos futuros. Cuando los tipos suben, se eleva instantáneamente el listón de los beneficios lejanos necesarios para justificar sus precios actuales.
Valoraciones por las nubes: Los Siete Magníficos tienen precios muy elevados, ya que los inversores creen que estas empresas pueden seguir siendo rentables en muchas circunstancias económicas diferentes. Presentan una relación precio/beneficios (PER) media a plazo especialmente elevada, de aproximadamente 28, frente al múltiplo ponderado por capitalización del S&P 500, de alrededor de 20.
En conclusión, para Morgan Stanley, “la concentración de índices rara vez es sostenible, ya que tiende a subir y bajar en ciclos plurianuales. Un índice puede estar cada vez más concentrado debido a subidas prolongadas que benefician a determinados temas o sectores, hasta que un gran acontecimiento macroeconómico -como una recesión o un cambio en la dirección de los tipos de interés- interrumpe la pauta. Esto desencadena una venta que provoca un cambio de enfoque hacia un conjunto más amplio de temas o sectores, haciendo que el indicador se haga menos concentrado con el tiempo”.