La Bolsa es un ecosistema selvático, donde solo importa una noción: la rentabilidad. Pero también es cierto que, aunque castiga con dureza, ningún valor está muerto del todo, y a veces cuando peor están las cosas es cuando más cerca están de mejorar. Éste parece ser el futuro inmediato de las renovables, cuya reclusión en las catacumbas está cerca de terminar, según los expertos. Las segundas oportunidades existen.
En 2023 las energías ‘verdes’ vivieron un año para olvidar en Bolsa, y en lo que llevamos del presente ejercicio han ido de mal en peor. El S&P Global Clean Energy Index, índice de referencia en el sector, se ha dejado más de un 13% en el primer trimestre de 2024, acumulando pérdidas superiores al 27% en los últimos 12 meses. Las empresas españolas del ramo, por su parte, las están pasando canutas en los parqués, con Solaria (-45,19% en lo que va de año) y Acciona Energía (-29,21%) en el vagón de cola del Ibex. Grenergy, que cotiza en el continuo, parecía capear mejor el temporal durante las primeras semanas, pero ha acabado cayendo en barrena (-28,25%).
Los números son catastróficos, pero hay buenas noticias: el batacazo contra el fondo de la piscina proporcionará el impulso necesario para el despegue; tal vez el suficiente para llegar a la superficie y tomar aire. Eduardo Imedio, analista de Renta4, estima en declaraciones a MERCA2 que «el proceso de ajuste de las valoraciones por el incremento de los tipos de interés debería estar prácticamente finalizado»; y que, de hecho, la dura y larguísima corrección que han sufrido los valores ‘verdes’ «podría comenzar a ser un viento de cola para las compañías de energías renovables en Bolsa».
LOS TIPOS ALTOS, UN OBSTÁCULO SALVABLE
Los principales bancos centrales del planeta, como la Reserva Federal (Fed) estadounidense y el Banco Central Europeo (BCE) han mantenido una estricta política monetaria desde que los vaivenes geopolíticos empezaron a engordar los precios, procediendo a elevar periódicamente los tipos de interés. Mucho se había hablado de una posible relajación de las tasas a principios de este año, pero hace unos días la publicación de los datos de inflación en EEUU, que empeoran con mucho las predicciones, extinguieron cualquier esperanza de bajada. Todo un jarro de agua fría para las renovables, un sector especialmente sensible a los tipos altos por sus altas necesidades de financiación.
«Creemos que no es necesario que se produzcan bajadas en los tipos de interés para que se comience a ver un impacto positivo sobre las renovables en Bolsa, sino que solo hace falta la expectativa de esas bajadas»
Eduardo Imedio, experto del departamento de análisis y estrategia de Renta4
Pero ni siquiera este obstáculo contendrá la resurrección en Bolsa de las compañías ‘verdes’, que solo necesitan un poco de tiempo para que vuelvan a oírse los murmullos sobre la distensión. «Creemos que no hacen falta bajadas de tipos de interés para que se comience a ver el impacto positivo, sino que solo es necesaria la expectativa de esas bajadas», vaticina Imedio, constatando su fe en la profecía autocumplida: la expectativa de un cambio de rumbo hará que éste se produzca.
Y lo cierto es que en Bolsa los rumores se convierten en hechos, si se les presta la suficiente atención. «Si te fijas, en noviembre y diciembre de 2023 el sector tuvo un rally muy fuerte debido a que la expectativa del mercado era de fuertes bajadas de tipos en 2024″, recuerda el experto en su conversación con este medio. Huelga decir que ese descenso, de momento, no se ha producido.
GRENERGY PROMETE EN BOLSA
«La empresa que más nos gusta actualmente es Grenergy», continúa Imedio en tono optimista. El analista destaca de esta empresa su «diversificación geográfica» (con activos en España, Italia, Alemania, Chile, Perú y EEUU), lo que la hace «menos vulnerable a la evolución de la energía en un mercado concreto».
«También tiene diversificación tecnológica, con inversiones en solar, eólica y ahora en baterías -expone- «En este caso está desarrollando el proyecto de almacenamiento más grande de América Latina, Oasis Atacama en Chile, donde cuenta con PPAs [contratos de compra-venta de energía a precios cerrados a largo plazo] ya firmados para casi todo el proyecto».
GRENERGY APUESTA POR LA DIVERSIFICACIÓN TANTO GEOGRÁFICA COMO TECNOLÓGICA Y DE ACTIVOS, LO QUE LE DA MÁS SOLIDEZ Y LE PERMITE CRISTALIZAR UN VALOR QUE EL MERCADO, POR EL MOMENTO, NO LE RECONOCE
Por otro lado, Grenergy también apuesta por una sabia política de rotación de activos que se trasladan al proyecto Valkyria en España y a diversas inversiones en Perú, «lo que le permite cristalizar un valor que el mercado no le está reconociendo».
Por último, la compañía «está ejecutando una agresiva recompra de acciones, con el objetivo de amortizarlas. El importe de la recompra es de 40 millones de euros, un 5,7% del capital a los precios actuales».
SOLARIA Y ACCIONA ENERGÍA
Solaria y Acciona energía, filial energética de la promotora de infraestructuras, no cuentan con una lectura tan positiva. Y donde fallan es precisamente en diversificación: «Les está pasando factura su excesiva concentración en España, donde el precio de la electricidad está marcando los precios más bajos desde 2013», considera nuestro entrevistado.
SOLARIA Y ACCIONA ENERGÍA ESTÁN PAGANDO LA CONCENTRACIÓN DE SUS ACTIVOS EN ESPAÑA, PERO FACTORES COMO LA REGULACIÓN DEL ALMACENAMIENTO Y EL PROYECTADO CIERRE DE LAS NUCLEARES SON FACTORES EN SU FAVOR
Con todo, en el horizonte también se vislumbran factores que amplían sus posibilidades en Bolsa: «En el lado positivo, como catalizadores podrían estar el desarrollo de la regulación para almacenamiento, lo que permitiría integrar nueva capacidad renovable; así como el posible cierre de las nucleares, que según el calendario del Gobierno debería comenzar en 2027.
El enorme vacío que dejará la despedida de las centrales de uranio en el mix español también favorece a ambas compañías: «De confirmarse el cierre de la nuclear en España, toda la capacidad renovable proyectada tendrá hueco en el sistema, pues recaerá sobre sus hombros la tarea de reemplazar el 20% de la electricidad anual que producen las nucleares en nuestro país», concluye Imedio.