UGT ha indicado este viernes que la situación de la economía española da margen para seguir subiendo los salarios, toda vez que la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del cuarto trimestre de 2023 publicada hoy por el INE refleja un aumento anual del coste laboral y salarial de un 5% y 4%, respectivamente.
Por lo tanto, el coste salarial medio en 2023 ha sido del 4,8%, mientras que la media anual del IPC fue del 3,6%, de manera que el poder de compra de las personas trabajadoras se habría incrementado en 1,2 puntos, tras un año 2022 que supuso «fuertes pérdidas», destaca el sindicato en un comunicado.
«Las cifras del año suponen un avance en materia retributiva respecto a 2022, alcanzando un incremento 2 décimas superior. Sin lugar a dudas, la puesta en marcha del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) en mayo de este año ha tenido un impacto decisivo en estos resultados», ha resaltado UGT.
Tomando la media de los incrementos salariales del año y descontando la inflación, los salarios han crecido un 1,2% en términos reales y la previsión para 2024 de UGT es que los incrementos salariales se mantengan por encima de la variación del IPC para continuar recuperando el poder adquisitivo de las personas trabajadoras perdido en los años anteriores.
LAS VACANTES DE EMPLEO NO SUPONEN UNA CIFRA ALARMANTE
Además de la información relativa a los costes laborales, la encuesta recoge también datos del número de vacantes y los sectores económicos donde se presentan. En total, durante el último trimestre del año se han registrado 139.314 vacantes, siendo un 88,8% las que se encuentran en el sector servicios. Una cifra que, si bien es superior al que se obtenía antes de la pandemia (101.009 en el cuarto trimestre de 2019), no supone un dato alarmante, a juicio de UGT.
Para el sindicato, las principales causas relacionadas con este aumento del número de vacantes son la falta de intermediación pública efectiva para casar los oferentes con los demandantes de empleo, unas políticas activas de empleo que tienen mucho margen para mejorar en orientación y seguimiento de la persona desempleada y la precariedad de muchos puestos de trabajo ofertados, que «expulsan» a los trabajadores de sus ámbitos para buscar otras oportunidades en sectores con mejores condiciones laborales.
Por todo ello, aboga por abordar una reforma de las políticas activas de empleo y de los sistemas de intermediación pública para mejorar las competencias públicas en materia de orientación, formación y empleabilidad de las personas desempleadas.