Un 17,1% más. Es lo que creció el beneficio de ACS en los seis primeros meses de 2019, para situarse en 532 millones de euros. Las ventas, por su parte, aumentaron un 5,8%, hasta los 18.827 millones de euros, mientras que la cartera se situó en 76.502 millones de euros (+9,6%), y el ebitda ‘engordó’ un 15,1% (1.621 millones de euros). Datos que, sin duda, habrán hecho mostrar a Florentino Pérez la mejor de sus sonrisas.
¿Cómo ha logrado el presidente de ACS transformar en los últimos 35 años una constructora de tamaño mediano en el mayor grupo español de infraestructuras? ¿Por qué es el líder mundial por volumen de ingresos cosechados en el exterior entre los grandes grupos constructores? Rodearse de los mejores y asistir a los eventos donde se cocían los negocios han sido dos de sus mejores cualidades. Pero no las únicas. “Florentino Pérez siempre ha mirado la peseta antes, y ahora el euro, con lupa”, señalan fuentes del sector. Y añaden: “Si hay que luchar a muerte por ese euro, lo hará hasta las últimas consecuencias”.
La justicia ha cuestionado diferentes operaciones de ACS aunque su mayor enfrentamiento fue con Iberdrola
Eso no significa que haya conseguido todo lo que se ha propuesto. Incluso, en ocasiones, la justicia ha cuestionado sus operaciones. Ya sea por sentirse ‘maltratado’, ya sea porque ACS (o sus filiales) han sido objeto de multas, lo cierto es que Florentino Pérez se ha convertido en un ‘visitante’ habitual de los juzgados.
FLORENTINO PÉREZ Y LA CNMC
La próxima ‘batalla’ en los juzgados a la que va a hacer frente Florentino Pérez tiene que ver con el caso Castor, el almacén de gas mar adentro frente a las costas de Castellón que tuvo que ‘cerrar sus puertas’ debido a los temblores de tierra que proliferaron una vez puesto en marcha el proyecto.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha resuelto que Escal UGS (filial controlada en dos terceras partes por el Grupo ACS) debe devolver la retribución que recibió en 2014, 2016 y 2017. ¿Traducido a euros? 209,7 millones. Y Florentino Pérez no está por la labor, de ahí que vaya a recurrir ante la Audiencia Nacional. Que le ‘quiten’ un dinero que considera que es suyo, y que ya está en su bolsillo, no entra dentro de sus planes entre otras razones porque el contrato estimaba que cobraría sí o sí, aunque el proyecto acabará frenándose.
Las ‘idas y venidas’ de Florentino Pérez y la CNMC en los juzgados se pueden catalogar casi como un clásico. Y, como si de un Real Madrid-FC Barcelona, los resultados han sido de los más variados entre ambas partes. Durante los tres últimos años, la CNMC ha sancionado a ACS con casi 83 millones de euros sólo por repartirse licitaciones públicas. En un caso, por repartirse con otras compañías cientos de licitaciones de Adif; en otro, por el que se consideró el cártel de la basura; y también por presuntos amaños de la administración en ferrocarriles, construcción, y rehabilitación de edificios públicos.
¿Cuál ha sido el resultado? Siguiendo con el símil futbolístico, en la mayoría de esos partidos (de momento) se puede decir que ha salido victorioso, ya que no ha pagado las correspondientes multas por presuntos amaños de contratos de la Administración Pública. En otro, es una especie de equis, ya que la Audiencia Nacional ha suspendido de manera cautelar el pago impuesto por la CNMC (se trata del conocido como cártel del AVE). Y hay una victoria rotunda al anular los tribunales la multa por un defecto de forma en la instrucción del expediente (cártel de la basura). También los hay que están en una especie de ‘prórroga’ ya que están recurridos.
Pero quizás la batalla más cruenta en la que se ha embarcado Florentino Pérez fue la que mantuvo con Iberdrola en su intento por asaltar el trono de la eléctrica. Una dura pugna que duró más de seis años y que, finalmente, el actual presidente de ACS acabó perdiendo en el Tribunal Supremo. Eso sí, presentar batalla, la presentó. La consecuencia económica más notable de esta caída fue el enorme endeudamiento que se vio obligado a acometer para conseguir el control la eléctrica que se le acabó yendo de las manos complicando la situación del Grupo ACS.