viernes, 22 noviembre 2024

Solaria, un ‘chicharro’ en el Ibex

El chicharro o pellejo es un plato que se sirve muy tostado, pero en la cocina del Ibex están llevando a Solaria al borde de la incineración. Esta semana, la firma de renovables se ha desplomado un 11% después de que se hicieran públicos los datos de inflación de Estados Unidos, que alejan definitivamente la esperanza de una bajada de tipos a corto plazo. Eso y la espada de Damocles de las acusaciones de prácticas deshonestas, lanzadas por un ejército de acreedores, han acabado de espantar a los inversores.

Con la bajada del martes -de exactamente el 10,8%- Solaria registró el mayor batacazo de la sesión, cerrando en 10,2 euros por acción y acumulando un 45% en pérdidas en lo que llevamos de 2024. El miércoles profundizó en la caída libre (-3%), recuperándose levemente el jueves (+5%). Al cierre de esta edición el hundimiento superaba el 43%, certificando una jornada más el declive del valor.

Bien es cierto que las renovables en conjunto llevan más de un año pasándolas canutas en los parqués, pero Solaria lleva la bandera, liderando desde hace meses el raquitismo bursátil del sector. Por si fuera poco, la coyuntura geoeconómica parece empeñada en lastrar su recuperación.

LOS TIPOS SEGUIRÁN SIENDO ALTOS, Y LA FINANCIACIÓN, DIFÍCIL

También esta misma semana se ha dado a conocer el Índice de Precios al Consumo (IPC) de febrero en Estados Unidos, que indica que la inflación aún está lejos de ser domesticada: en el segundo mes del año la tasa subió un 3,2% interanual, muy por encima del 2% que la Reserva Federal (Fed) ha marcado como objetivo innegociable.

La lectura de la situación es clara: al menos durante los próximos meses, la Fed no va a querer ni oír hablar de una eventual bajada de los tipos de interés; y por tanto, tampoco el Banco Central Europeo (BCE). Además, la crecida en el IPC al otro lado del atlántico se debe, en gran medida (concretamente un 60%), a los precios de la vivienda y la gasolina; y en el caso concreto de los carburantes, no parece que el escenario global vaya a favorecer un descenso en el futuro cercano. Ni las restricciones de los países productores ni la inestabilidad en las rutas comerciales son indicios positivos.

Así las cosas, es más que probable que la gobernanza monetaria continuará con su férrea política de tipos altos, lo que endurece el acceso a la financiación de las empresas. En un sector altamente intensivo en capital como es el de las energías renovables, esto son pésimas noticias, y los inversionistas lo saben. Sin embargo, el precio del dinero solo es uno de los problemas de Solaria.

El presidente de Solaria, Enrique Díaz-Tejeiro
El presidente de Solaria, Enrique Díaz-Tejeiro

LA ‘ALIANZA ANTI SOLARIA’ AFILA LOS CUCHILLOS

La compañía presidida por Enrique Díaz Tejeiro tiene enfrente todo un zafarrancho de empresas contratistas que la acusan no solo de impagos, sino de falsedad documental, prácticas fraudulentas en la contratación e incluso de coacciones. A lo largo del presente año, MERCA2 ha destapado esta información, posteriormente recogida por otros medios.

Estas subcontratas han unido fuerzas en una plataforma liderada por Izmar Energy, la mercantil que abrió la ‘caja de Pandora’. Izmar presentó tres denuncias penales contra Solaria por fraude de ley, coacciones, estafa y falsedad documental, a raíz de unos servicios prestados en un complejo fotovoltaico en Guadalajara propiedad del gigante del Ibex, y que éste se habría negado a pagar, alegando insatisfacción con los resultados.

Izmar ha agrupado a su alrededor hasta 15 entidades que presuntamente han sido objeto de un mismo modus operandi por parte de Solaria, que la plataforma detalló en una denuncia conjunta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): Solaria -siempre según el relato de los reclamantes- firma con terceros acuerdos de obras, los cambia a su antojo y los rompe cuando le conviene bajo cualquier pretexto, sin abonar la cantidad pactada por los servicios. Este proceder dejaría en una situación de completo desamparo a los contratistas, frecuentemente empresas pequeñas.

SOLARIA TIENE ENFRENTE TODA UNA PLATAFORMA DE AFECTADOS, FORMADA POR SUBCONTRATAS QUE LA ACUSAN DE FALSEDAD DOCUMENTAL, ESTAFA, COACCIONES Y FRAUDE EN LA CONTRATACIÓN

Los contratos suscritos entre Solaria y las empresas afectadas corresponden a proyectos cuya potencia conjunta supera, según la comunicación, los 700 megavatios (MW), por los que, supuestamente, Solaria adeuda una cantidad que «sobrepasa ampliamente los 60 millones de euros de principal, con intereses legales, costas y daños y perjuicios al margen».

A principios de marzo, MERCA2 también se hizo eco de otra de las incriminaciones lanzadas por los afectados, que acusan a Solaria de utilizar de forma fraudulenta empresas ‘pantalla’ en los contratos con el supuesto objetivo de escudarse frente a posibles reclamaciones y pleitos.

En otra misiva enviada a la CNMV, Izmar expone que «en todos los contratos suscritos por Solaria, la contraparte de los contratistas es Solaria Ingeniería y Construcción, sociedad distinta de Solaria Energía y Medioambiente, aunque esta última posee el 100% de Solaria Ingeniería y Construcción».

«La primera construye, deja de pagar y ejecuta avales de los contratistas y una vez el trabajo está efectuado, transmite las plantas a la matriz, Solaria Energía y Medio Ambiente», continúa el texto, que denuncia que esta última «es la que cotiza [en el Ibex-35], por lo que aparece limpia de cualquier incidente o disputa con los contratistas, que únicamente pueden dirigirse frente a la que construye».


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