La Dieta DASH, acrónimo de «Dietary Approaches to Stop Hypertension», ha sido ampliamente reconocida y recomendada por expertos en salud como una de las dietas más efectivas para combatir la hipertensión.
Esta dieta enfatiza el consumo de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mientras reduce la ingesta de sal, grasas saturadas y azúcares. A pesar de sus numerosos beneficios, existen ciertos aspectos poco conocidos que podrían suponer riesgos para algunos individuos, especialmente cuando no se aplica con la supervisión adecuada.
1ASPECTOS NUTRICIONALES
La Dieta DASH se centra en aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio, calcio y magnesio, nutrientes esenciales para la regulación de la presión arterial. Sin embargo, esta dieta también puede llevar a un consumo excesivo de algunos de estos minerales, especialmente en personas con condiciones renales preexistentes. Un exceso de potasio, por ejemplo, puede ser peligroso para individuos con enfermedad renal crónica, ya que sus riñones pueden tener dificultades para filtrar el exceso del mineral, conduciendo a un estado de hiperpotasemia.
Otro aspecto a considerar es la reducción significativa de la ingesta de sodio. Si bien la reducción de sal es beneficiosa para la mayoría, en ciertos casos, como en personas con presión arterial normal o baja, una disminución drástica puede llevar a hiponatremia, un estado de bajo nivel de sodio en sangre. Este desequilibrio electrolítico puede causar síntomas como fatiga, confusión e incluso convulsiones en casos severos.