¿Te apetece viajar a un pueblo dejado de la mano de dios? ¿A rincones perdidos donde apenas hay unos pocos habitantes y a duras penas llega la señal de internet? Si la cuidad te estresa, es una gran idea para una escapada de pura desconexión, en el sentido figurado y literal. En estos pueblos remotos, la falta de infraestructuras como autopistas o líneas de alta velocidad puede hacer que el acceso sea complicado. Incluso cuando hay carreteras, pueden ser estrechas, sinuosas o en mal estado, lo que dificulta el viaje. Pero cualquier dificultad merece la pena a cambio de unos días de paz. Estos pueblos tienen un atractivo especial debido a su ambiente tranquilo, su tranquilidad y su rica historia.
Son lugares ideales para descansar del ajetreo de la vida cotidiana y sumergirse en un entorno más sereno. Antes de emprender el viaje, es importante tener en cuenta estos aspectos y planificar adecuadamente, desde el abastecimiento de combustible hasta la disponibilidad de mapas, ya que la falta de cobertura móvil puede ser un factor a considerar en estas áreas remotas. A continuación te dejamos un listado de los pueblos más remotos de España.
1BULNES, EN ASTURIAS
Bulnes, un encantador pueblo en Asturias, es conocido por su singularidad y belleza. Durante las vacaciones, siempre hay actividad aquí, así que nunca te sentirás solo. Lo que hace que Bulnes sea único es que es el único pueblo al que no se puede llegar por carretera, debido a su ubicación en plenos Picos de Europa. Para acceder a él, tienes dos opciones: puedes tomar un sendero de unos cuatro kilómetros desde Poncebos, aunque no es muy seguro, o puedes subir en funicular, lo que te llevará aproximadamente siete minutos y te ofrece una forma más cómoda de llegar. Una vez en Bulnes, te sorprenderán las casas de piedra perfectamente conservadas y los paisajes impresionantes que lo rodean, haciendo de este pueblo un destino digno de explorar en detalle.