El número de mujeres que dedican su tiempo a la profesión de piloto se ha duplicado desde 2017, aunque aún representan tan solo el 6% de todo el colectivo.
Así lo ha destacado este viernes el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) con motivo del Día Internacional de la Mujer 2024.
El sindicato ha publicado un vídeo en su cuenta de X, antes Twitter, en el que su presidente, Óscar Sanguino, ha indicado que se trata de un dato «alentador» y ha confiado en que esta tendencia al alza «continúe» y abra camino a una «aviación más diversa e inclusiva» en la que la presencia de mujeres en cabina «sea lo habitual» y sea reflejo de la sociedad.
Para ello, ha apostado por más becas, programas de mentorización y promoción activa de la igualdad de oportunidades. Además, ha recordado que el sindicato puso en marcha en 2017 la iniciativa ‘Aviadoras’, con la que quieren dar «visibilidad a la mujer» y que «ha servido para inspirar a las nuevas generaciones».
Con esta iniciativa, el sindicato ha realizado actividades en colegios, participado en congresos internacionales y en foros donde se debate sobre la profesión. «Queremos pensar que, a través de esta iniciativa, en Sepla hemos contribuido con nuestro granito de arena para que se dé ese cambio positivo que tanto requiere la profesión», ha añadido.
Asimismo, ha subrayado que Sepla es un sindicato «moderno», que entiende que debe «ir más allá de la representación laboral tradicional», siendo un «agente de cambio positivo en la aviación».
‘PILOTA’, PALABRA EXTRAÑA PERO NO INCORRECTA
Este porcentaje tan bajo de mujeres en cabina tiene implicación sobre la sociedad y el lenguaje. La palabra «pilota», que sería el femenino de «piloto», es aún una palabra poco común en español.
La Real Academia de la Lengua Española (RAE), en su definición de ‘piloto’ señala que es una palabra común para ambos sexos y que el uso de ‘pilota’ no es frecuente, aunque se ha usado alguna vez.
En una entrada en su web de ‘Español al día’, la RAE aborda este término, empleado para referirse a las mujeres que participaron en la edición de rali Dakar en 2020 por algunos medios de comunicación, lo que provocó «comprensible sorpresa y duda» en muchos hablantes.
Ante eso, la institución explica que se trata de uno de esos femeninos novedosos, «fruto de la reivindicación actual de formas específicas para designar a las mujeres» que alcanzan territorios «antes solo reservados a los hombres».
Por ello, señala que es una palabra de «reciente aparición y aún muy minoritario en el uso» y que convierte una palabra hasta ahora común en un sustantivo de dos terminaciones, masculino y femenino.
Así, «más allá de la extrañeza» que pueda causar la novedad de la palabra, la RAE señala que «no hay razones para censurar su empleo», ya que resulta de aplicar pauta general de los sustantivos que designan seres sexuados.
Además, explica que no tampoco hay razones etimológicas para bloquear este femenino, ya que no es una palabra de origen latino, sino un italianismo de la palabra, ya en desuso, ‘pilota’. Por tanto, aplicar este término a las mujeres al frente de un avión «no tiene más problemas que su falta de arraigo en el uso general».