La autoestima y el sexo van estrechamente ligados. El estrés diario, la ansiedad, la falta de tiempo, el exceso de problemas y llevar el estilo de vida que todos tenemos hoy en día son unas de las principales causas de la anafrodisia.
La anafrodisia no es otra cosa que no tener ganas de tener sexo y por eso se la llama anorexia sexual. La falta de apetito sexual puede ir vinculado a una baja autoestima. Si esta perdura durante más de seis meses puede llegar a convertirse en un trastorno.
La diferencia entre una persona asexual y una con anorexia sexual es que la asexual no se siente atraída sexualmente hacia nadie. Mientras que la que tiene anorexia sexual sí se siente atraída, pero no tiene ganas de tener sexo y eso le crea ansiedad y malestar.
No distingue entre raza, sexo o edad y puede ser causado por diversos motivos que te explicaré a continuación.
No confundas la anafrodisia con no tener sexo por falta de pareja.
Características
Cuando tienes anafrodisia te pueden suceder las siguientes cosas:
- No tienes ganas de tener relaciones.
- Los sueños húmedos y las fantasías eróticas han desaparecido de tu vida.
- Cuando estás manteniendo relaciones sexuales estás pensando en la lista de la compra. No tienes ningún interés en el sexo y lo estás haciendo por complacer a tu pareja.
- Tienes falta de erección o humedad cuando tu pareja te intenta excitar.
- El orgasmo no llega nunca.
Motivos de no querer sexo
Pueden existir cientos de motivos por los que el sexo haya dejado de formar parte de tu vida e incluso de tu vocabulario.
Una de las causas es haber sufrido un trauma físico o psicológico que te esté cohibiendo sin que te estés dando cuenta. Esto puede estar afectando a tu vida sexual. Si llevas más de seis meses en estado de “Off sexo” o que tengas al menos tres de las características que te he dicho antes, acude a un especialista. Puede ser que tu mente te esté diciendo que necesita ayuda. ¡Escúchala!
La enseñanza infantil que hayas tenido también puede influir en cómo veas el sexo. Si has estado educado en una religión en la que dicen que si te masturbas arderás en el infierno, de seguro que lo de mantener relaciones sexuales no se te pasa ni por la imaginación. Nadie debería decirte qué puedes y qué no puedes hacer con tu cuerpo. Porque precisamente es eso, TUYO.
La falta de comunicación con tu pareja puede ser otro factor para que no tengas ganas de sexo. Cuando el sexo se ha convertido en algo que tienes que hacer de forma autómata y no por tener ganas es algo que puede llegar a hastiarte tanto que dejes de tener ganas de hacerlo.
Lo principal a la hora de mantener relaciones sexuales es el diálogo, nadie nace sabiendo y cada persona es un mundo. Si no dices qué te gusta y qué no, el otro no lo sabrá. Si las relaciones sexuales no son placenteras para qué continuar haciéndolas…
La baja autoestima es algo que afecta a casi todas las personas, aunque no lo creas.
Nadie está totalmente contento consigo mismo, lo que tienes que procurar es que no te afecte.
La vergüenza por enseñar tu cuerpo puede cohibirte a la hora del sexo. Además, puede que estés más pendiente a que se te vea una cicatriz o un michelín antes de a tener un orgasmo en condiciones.
Si te sucede esto puedes ir quitándote el miedo poco a poco, es decir, comienza teniendo relaciones sexuales con la luz apagada y proponte el reto de ir encendiendo una pequeña luz más cada vez.
Además, hablar con tu pareja del tema y contarle cómo te sientes puede hacer que te comprenda y te ayude a que tu autoestima suba.
A veces, por culpa de la pornografía, la educación sexual está mal encauzada. Puede ser que tú mismo esperas más de ti de lo que realmente cualquier persona de a pie puede dar. «No eres una estrella porno», pero no significa que el sexo no pueda ser impresionante.
Cuando estés en un momento de tu vida en el que tengas anorexia sexual y no puedas combatirla por ti solo debes ir a un especialista a que te ayude.