Mañana jueves se conocerá la decisión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) en la que sólo un 3,5% del mercado espera recortes por el 16,2% para abril y el 69% para junio, según las pantallas de Bloomberg.
Como en todas las reuniones del BCE hay un cierto consenso en que no habrá movimiento de tipos, pero también en que la clave será el mensaje sobre las perspectivas de inflación, porque el mercado lo que quiere es saber si habrá sorpresas en abril o si se confirman las previsiones de una primera bajada en la reunión de junio.
Esto es lo que opinan los analistas consultados por MERCA2: Charles Diebel, responsable de Renta Fija de Mediolanum International Funds (MIFL), explica que » será importante observar cuál es el mensaje en torno a sus perspectivas. La ambiciosa política de fijación de precios para los recortes de tipos vista anteriormente en el mercado se ha normalizado en cierta medida y ahora está mucho más alineada con las expectativas oficiales del BCE. Esperamos que Lagarde y su equipo ratifiquen los movimientos recientes, pero al mismo tiempo sigan enfocados en recortes de tipos más adelante en el año”.
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“No mencionarán explícitamente cuándo, pero seguimos esperando que el primer recorte de tipos se lleve a cabo en junio, por un valor de 25 puntos básicos (0,25%). Para que esto ocurra, los datos de inflación deberán mejorar. Creemos que este será el aspecto clave del mensaje de esta semana”, añaden.
Por su parte, Konstantin Veit, Gestor de cartera de Pimco, afirma que “el BCE mantendrá los tipos de interés oficiales sin cambios en su reunión de marzo, y volverá a hacer hincapié en su postura dependiente de los datos. En nuestra opinión, el Consejo de Gobierno (CG) probablemente querrá avanzar más en el proceso de desinflación antes de tener la suficiente confianza en que la inflación alcanzará el objetivo de forma sostenida y oportuna. Desde finales del año pasado, los mercados han descontado un número considerable de recortes de tipos. En consecuencia, los precios parecen mucho más razonables y no muy alejados de nuestra previsión de tres recortes para este año”.
Así, “aunque los nuevos datos sobre inflación sugieren que el proceso de desinflación a corto plazo podría ser algo más rápido de lo previsto, las implicaciones para la inflación a medio plazo son menos claras. Sin embargo, las nuevas proyecciones macroeconómicas de los servicios de la Comisión mostrarán probablemente una inflación general en torno al objetivo en 2025 y 2026”.
BCE: LA BAJADA, PARA JUNIO
Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, indica que “el Banco Central Europeo (BCE) no tiene prisa por actuar sobre los tipos de interés oficiales este jueves. La probabilidad de un recorte de tipos se acerca al 0% y las posibilidades de subida, aún más escasas. El modo «esperar y ver» parece estar en pleno apogeo para la reunión de esta semana. Lo mismo cabe decir de abril. Las últimas publicaciones económicas y las próximas previsiones del personal del banco ilustran por qué. Dado que los datos aún no indican un camino claro a seguir, salvo «accidentes» importantes, no esperamos que el BCE baje sus tipos de interés oficiales antes de junio».
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Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, dice que “la actualización en las previsiones de crecimiento e inflación que dará a conocer la entidad en esta reunión también va a ser un foco de atención. Lo más probable es que veamos una sustancial revisión a la baja en la inflación general debido a la caída en los precios de gas y energía, y esto se vería reflejado en las previsiones de precios para 2025 y 2026.
A pesar de ello, en la misma línea que la FED, el Banco Central Europeo ha puesto de manifiesto que el riesgo de recortar tipos demasiado pronto sigue siendo elevado.
En este escenario, nuestra expectativa es que cualquier bajada del tipo de intervención antes de junio sería una auténtica sorpresa. El número de bajadas que nosotros descontamos para este 2024 se situaría en 3 movimientos, hasta alcanzar un tipo de intervención del 3,75% y una facilidad de depósito del 3,25%
Y en esa línea va también François Cabau, economista senior de la Eurozona del equipo de Macro Research de AXA Investment Managers: “Nuestra expectativa de base de que el primer recorte se produzca en junio se mantiene sin cambios, pero no puede descartarse un recorte en abril. Aunque el calendario y la magnitud de los recortes siguen siendo difíciles de predecir, es probable que el BCE mantenga una visión holística”.
Según explica el economista, “en un entorno macroeconómico muy incierto, hemos encontrado pruebas convincentes de que es improbable que el choque inflacionista se sostenga por sí mismo. Y un choque de inflación menguante debería significar que el BCE recorte de tipos en 2024, mientras que un rápido descenso de la inflación general implica un endurecimiento de las condiciones reales de financiación, en igualdad de condiciones”.
LOS DATOS CONFIRMARÁN EL MES DE JUNIO
Por último, Mabrouk Chetouane y Nicolás Malagardis, responsables de estrategia de Natixis IM Solutions, apuntan que “la todavía sólida actividad económica y el elevado crecimiento salarial mantendrán al BCE paciente hasta mediados de año, pero la clara confirmación de la ralentización de la inflación salarial debería permitir el inicio de los recortes de tipos en junio/julio y septiembre/octubre, respectivamente”.
Según explican, “aunque la inflación subyacente armonizada de la Eurozona ha disminuido más que la de EE UU desde septiembre, cayendo 0,9 puntos porcentuales desde entonces, cuando se situaba en el 4,5 a/a, el BCE también sigue preocupado por el crecimiento salarial. Esto se debe a que, a pesar de la significativa ralentización del crecimiento en 2023, el mercado laboral de la Eurozona se ha mantenido bastante tenso y los costes laborales unitarios han aumentado como consecuencia del débil crecimiento de la productividad”.
“Es la continuación de esta dinámica lo que preocupa al BCE, ya que corre el riesgo de desencadenar una segunda oleada de inflación liderada por los costes laborales. Si se retrasa hasta finales del verano, el BCE permitiría que los efectos adicionales del endurecimiento se filtraran a la demanda y, de este modo, reuniría más pruebas de que el crecimiento salarial, y a su vez la inflación subyacente, están bajo control antes de relajar la política monetaria”.
Por último, desde Muzinich, señalan que “el BCE podría basar así su decisión en cuanto a cuándo empezar a bajar tipos, y retrasarla hasta el verano, especialmente dado el descenso de los precios de los servicios, lo que refleja un enfoque cauteloso ante las persistentes presiones inflacionarias a nivel global. Los indicadores del mercado señalan una probabilidad del 86% de un recorte de 25 puntos básicos en junio, en línea con el sentimiento cauteloso predominante en el actual clima financiero”.