La competencia en el sector deportivo es una ‘lucha’ de muchos años que ahora tiene en el foco a Nike y Puma para ver cuál de las dos se queda con la equipación y la marca oficial del Futbol Club Barcelona. Un negocio que desde 1998 siempre ha estado en manos de Nike y que no termina contrato con la entidad azulgrana hasta dentro de cuatro años, es decir, en 2028. No obstante, Puma hace apenas unos días anunció que sería el nuevo proveedor de las equipaciones de fútbol del RB Leipzig.
Puma quiere entrar en unas negociaciones ofreciendo a la entidad catalana una cantidad superior a los cien millones de euros anuales. Es decir, hablamos de una cifra superior a los 85 que por el momento y en la actualidad está abonando la multinacional estadounidense. Si desde el Barça no llegan a un acuerdo con Nike, que Puma entre en las negociaciones es un hecho viable, y, por otro parte, desde la entidad deportiva están pensando la opción de no contar con ninguna firma y crear su propia marca.
En este contexto, las ventas minoristas de enero y febrero de 2024, según el consenso de analistas de Bloomberg, van a cumplir con las expectativas de la mayoría de las marcas, concretamente de Nike, Adidas y Puma. «Pronosticamos un crecimiento promedio de las ventas minoristas del 5% al 10% interanual durante enero y febrero de 2024», cierran diciendo los especialistas.
A NIKE LE SALE UN COMPETIDOR PARA LAS CAMISETAS DEL BARÇA
Desde la entidad blaugrana esperan que la firma de moda deportiva estadounidense mejore su patrocinio. Si las negociaciones no llegan a buen puerto desde el Spotify Camp Nou se verán ‘en la obligación’ de buscar una alternativa que les ofrezca unas mejores condiciones para seguir pagando sus deudas como entidad deportiva.
La empresa alemana de moda deportiva es el patrocinador técnico de un total de cinco equipos de La Liga, entre ellos el Deportivo Alavés, el Girona FC, y el Valencia CF, entre otros. Qué la firma alemana se haga con las camisetas del Barça, sería un zarpazo ante la imparable Nike, y así colocarse en la segunda posición mundial a nivel de patrocinio deportivo, superando a Adidas.
No obstante, el miércoles siete de marzo tuvo lugar en la ciudad condal una reunión entre los representantes de Puma y tres altos cargos de la entidad deportiva, entre ellos Joan Laporta (presidente del Barça). Una reunión para hablar del posible acuerdo de ser la marca oficial ya en la siguiente temporada de 2025. Con esta reunión y el posible inicio, si se dieran las negociaciones entre Puma y el Barça, entendemos que la entidad blaugrana estaría dispuesta a pagar la ‘multa’ por no cumplir el contrato con Nike.
No obstante, la ‘pelea‘ no es solo entre Puma y Nike, la entidad blaugrana la próxima temporada cumple su 125 aniversario, y el club catalán expone la intención de crear su marca propia, que consideran que, «podría romper todos los récords de venta». Además, crear una marca propia y no tener contrato con ninguna otra marca deportiva le beneficiaría a un Barça que podría ingresar íntegramente los beneficios de la venta de sus equipaciones, lo que podría mejorar en parte su complicada situación económica.
EL PLAN ‘C’ DEL BARÇA SERÍA CREAR SU MARCA PROPIA PARA INGRESAR LOS BENEFICIOS QUE DEN LAS VENTAS DE SUS EQUIPACIONES ÍNTEGRAMENTE
Por supuesto, crear una marca propia no es una tarea fácil de realizar, para ello la entidad azulgrana debería de aliarse con una empresa que confeccione la ropa deportiva y la distribución de la misma. Si el Barça finaliza para la próxima temporada, el contrato con Nike esto le afectaría económicamente. Es decir, finiquitar el compromiso con la firma deportiva estadounidense, que todavía tiene cuatro años más de vigencia, sería un riesgo tanto económico como de popularidad.
Otra de las opciones que se le abre al Barcelona es la unión con la marca danesa Hummel. Una firma deportiva que ya por el momento viste a dos equipos de La Liga, el Real Betis y Las Palmas. Una firma que se suma a la guerra de las marcas deportivas para ser la marca oficial de camisetas de fútbol de La Liga.
LAS CIFRAS DE NEGOCIO DE PUMA Y NIKE
Hace unos días, la firma deportiva alemana presentó los resultados de 2023, alcanzando unos beneficios netos 304,9 millones de euros, lo que implica una caída del 13,7% respecto de las ganancias contabilizadas un año antes. Puma pospuso en su momento el objetivo a medio plazo de lograr un margen operativo del 10%, en parte debido a los vientos en contra del tipo de cambio.
«El fabricante alemán de ropa deportiva ahora espera alcanzar un margen sobre ganancias antes de intereses e impuestos de entre el 8% y el 8,5% en 2025, en lugar del 10%», explican los analistas de Bloomberg sobre las palabras del director ejecutivo, Arne Freundt, en el día de mercado de capitales de la compañía. No obstante, Puma todavía aspira alcanzar eventualmente el nivel del 10%, y para 2025 tiene como objetivo unas ventas de 10.000 millones de euros.
En diciembre, el consenso de analistas de Bloomberg redujo las perspectivas de la compañía deportiva estadounidense para 2024, proyectando tan solo un crecimiento de las ventas del 1%, es decir, por debajo del crecimiento esperado. Nike está sufriendo una caída a causa de la debilidad en las ventas del sector.
«Las rebajas se mantuvieron muy fuertes en enero de 2024, pero creemos que el cálido invierno y las duras comparaciones afectaron las ventas minoristas fuera de línea. Esto provocó un crecimiento fuera de línea más lenta de lo esperado, especialmente en las dos primeras semanas de enero», comentan los analistas de Jefferies ante una caída de las ventas.